EMBARAZO Y PARTO GEMELAR

         Son muchísimas más las cosas que ignoro que las que sé y, entre ellas está saber porque se produce el embarazo gemelar, de él que sé el “como”, pero no el “por qué”.

         Se distinguen dos clases de embarazo gemelar univitelino es el que se origina a partir de un solo óvulo fecundado que no sé por qué, ni he encontrado a nadie que lo sepa, el cigoto se duplica y da lugar a dos embriones y a dos fetos, muy parecidos, aunque no exactamente iguales, y los dos del mismo sexo.

         En cambio, el embarazo gemelar bivitelino procede de dos óvulos que,  se  desprenden,  excepcional y contemporáneamente, del ovario, cuando lo corriente, lo normal, suele ser  que se desprendan,  uno a uno,al finalizar  la fase foliculínica, de la mujer.

         En el primer caso hay un solo saco amniótico y, a veces una sola placenta con dos cordones o un cordón bifurcado y, más raramente, dos placentas pegadas una a otra, pero en el segundo caso, de dos óvulos se forman dos cigotos, dos embriones y dos fetos, que suelen ser tan diferentes uno de otro, como  entre los demás hermanos y pueden ser de un mismo sexo o también de sexo diferente. Son como dos embarazos contenidos en el mismo útero y, por supuesto, todas las cosas buenas o malas del embarazo pueden serlo por partida doble y la embarazada haría bien en prepararse especialmente.

         En general, un embarazo gemelar se suele acoger con alegría, sobre todo si es el primero, aunque no sé si está clasificado como de alto riesgo o no, ni en qué se basaría el supuesto riesgo.  Mi opinión personal es que el mayor o menor riesgo del embarazo, como de cualquier actividad, depende del talante con que se acoja y de las condiciones en que tal actividad se lleve a cabo. Hay un viejo refrán que asegura que “las cosas son del color del cristal con que se mira”, con el que estoy completamente de acuerdo. Para una mujer sana, con la vida resuelta y enamorada de su pareja, la perspectiva de tener un hijo es fácil que le resulte halagüeña y si en vez de ser uno son dos, la felicidad será doble, pero una mujer sola, enferma, teniendo que ganarse la vida penosamente, el embarazo es muy posible que sea una complicación desagradable, por lo menos, de momento, porque nunca se sabe lo que nos puede ocurrir y ahora recuerdo una anécdota que no me resisto a contar.


         Exactamente en el mes de julio de 1950, el  Ayuntamiento de Madrid creó,  mediante una oposición  libre, que fue reñidísima, el Cuerpo de Matronas de la Beneficencia Municipal, al que tuve la suerte de pertenecer.
        
         Al poco tiempo, el Ayuntamiento, instaló, en un precioso chalet en la calle de Montesa, esquina a Don Ramón de la Cruz, que había sido una Clínica Ginecológica de lujo, dirigida por el célebre doctor Vital Aza al final de los años 20, con el nombre de “Equipo Quirúrgico y Tocoginecológico de Urgencia, número 1”. Al piso bajo se trasladó el conocidísimo Equipo Quirúrgico Municipal de Urgencia de Madrid, al que se le había quedado pequeño el local que ocupaba en la céntrica calle de la Ternera y, el piso superior fue dedicado a Maternidad de Urgencia, que fue la última maternidad que se cerró en Madrid cuando el parto se convirtió en enfermedad y se ordenó que fuera asistido en hospitales genéricos.

         En esa Maternidad recibí, en una ocasión, a una parturiente, muy preocupada porque la habían informado de que el suyo era un  embarazo gemelar. Era una de los miles de emigrantes, procedentes de Andalucía y Extremadura que, buscando mejores condiciones de trabajo y de vida,  invadieron las ciudades de Madrid,  Barcelona y Bilbao,  por aquella época.

         Me costó trabajo hallarlos, pero, después de un buen rato auscultando el abdomen  de aquella mujer, pude encontrar tres focos fetales diferentes y cuando ella, con cara de pena, me preguntó si, efectivamente,  eran dos, yo respondí que no me parecían dos, sino tres.  “Por favor, señorita, no me asuste, que ni mi marido ni yo hemos encontrado trabajo y no tenemos todavía ni casa donde vivir.”

         Ese fue el único parto de trillizos que asistí, en toda mi vida. Nacieron dos chicas y un chico, los tres pesaban más de dos kilos,  no necesitaron ayuda para respirar,  parecían sanos y viables y su nacimiento fue una gran suerte porque escribimos varias cartas comunicándolo y pidiendo ayuda y la familia consiguió una vivienda y un trabajo fijo para el padre, amén de ropa, una lavadora, leche y papilla gratis para los bebés, durante tres años y la ayuda diaria de una asistenta pagada por la Junta Municipal.

         Total que,  el parto de trillizos sirvió para mejorar la situación de los padres. Si se considera al hijo como un don, como algo positivo, el embarazo gemelar debe ser motivo de alegría, sobre todo si se conoce de antemano, la manera de tratar, tanto el embarazo, como el parto gemelares.

         El nuevo ser se forma y se nutre con los materiales que obtiene de la sangre materna, al ser dos los que se forman, lógicamente, se necesitará doble cantidad de materiales que deberán ser incluidos en la dieta de la embarazada, pero ello no supone que tenga que comer más cantidad, sino que tiene que eliminar de su dieta los alimentos inútiles o no necesarios para la formación y desarrollo de los fetos, ingiriendo los imprescindibles, sin los cuales los bebés no se desarrollaran como es debido

         Hay que tener muy en cuenta que el embarazo es un trabajo intenso y desacostumbrado que, en el caso de ser gemelar, se duplica y como el aparato digestivo de la embarazada no puede duplicarse, hay que ayudarle, haciendo mayor número de comidas, menos copiosas y de fácil digestión.

         El mayor inconveniente del embarazo gemelar es el volumen y el peso excesivo del útero que dificulta la circulación sanguínea del bajo vientre e incide, a veces sobre las ramas del nervio ciático, provocando edemas en el primer caso y dolor en el segundo. Es aconsejable llevar una faja que no apriete, pero que sujete el peso del útero hacia arriba.

         Todas las recomendaciones relativas a un embarazo normal, son válidas en uno gemelar y, además,  hay que evitar el cansancio, dentro de lo posible, respirar aire puro y gozar de más horas de sueño, durante el cual, el organismo se recupera y esperar el parto con optimismo y confianza.

         Hubo un tiempo en que un embarazo  gemelar era síntoma de mal agüero y  motivo de burla y escarnio. Las gentes se escandalizaban y se asustaban de los partos gemelares, Cuenta la leyenda que la madre de Rómulo y Remo, los fundadores legendarios de Roma, cuando vió que había parido gemelos, huyó despavorida, abandonando a los recién nacidos, quienes salvaron su vida gracias a que los encontró una loba que los amamantó.

         Afortunadamente, los tiempos han cambiado y el nacimiento de gemelos ya ni le pilla desprevenida a ninguna embarazada, sino que en tal caso, se refuerzan los cuidados que se  suelen prestar hoy día a todos los embarazos.  Lo normal, lo corriente, es tener los hijos uno a uno, seguramente con la intención de que la mamá tenga tiempo y ocasión de prodigar al recién nacido todos los cuidados que un ser tan frágil, tan desvalido necesita. El bebé humano es de todos los mamíferos es que más
cuidados necesita porque cuando nace no puede valerse a sí mismo, para nada, ni siquiera sabe encontrar la teta, como los demás mamíferos.

VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL PARTO GEMELAR

         Después de nacido el primer gemelo, que suele ser  de mayor tamaño que el segundo, el cérvix no se cierra, sino que permanece abierto, esperando a que el que viene detrás se coloque en la posición adecuada para poder nacer, de tal forma, que el segundo se encuentra ya la puerta abierta y, además dispone de más espacio para ejecutar los movimientos precisos para poder  nacer.

         En los partos gemelares, el acortamiento, borrado y dilatación del cérvix se efectúa una sola vez y supone una gran ventaja que no sea necesario repetir la fase más larga, más difícil y más penosa del parto. Hay una gran diferencia entre el parto del primer y el segundo feto.  Yo he observado que siempre el primero es mayor.  Seguramente le cuesta más colocarse para salir porque su hermano dispone de parte del espacio uterino, pero, una vez nacido, el parto del segundo es mucho más fácil porque suele ser más pequeño. Yo he contrastado que, a veces, la parturiente ni siquiera se da cuenta del nacimiento de segundo gemelo, no tiene la sensación de que ha parido dos fetos, pues una vez acabado el parto algunas mamás aseguraban que al segundo gemelo no le habían sentido nacer. Desde ñuego, el parto del segundo es siempre mucho, más fácil, acaso porque la mamá está entretenida con el que ya ha nacido y se impacienta menos.

         El mayor inconveniente del parto gemelar es que el número de partos prematuros suele ser más frecuente que en embarazos normales.  La mejor forma de evitarlos es cuidar esmeradamente el embarazo, a ser posible no llevar a cabo trabajo alguno, dedicarse a alimentarse bien, a reposar, distraerse, concienciarse del enorme trabajo que su organismo está realizando, a evitar que éste se canse de la tarea que le ha caído encima y la dé por acabada, poniendo en el mundo un par de fetos inmaduros, cuya crianza será mucho más complicada que la de fetos a término por eso hay que abstenerse de todo lo que pueda suponer esfuerzo o trabajo desacostumbrado. Un embarazo gemelar debe transcurrir llevando una vida organizada, quizá aburrida, por una rígida disciplina con horario fijo para la comida, para el descanso, con todas las actividades reguladas dentro de unos límites establecidos, sin permitirse el menor exceso que pueda provocar el temido e indeseable parto prematuro. Están contraindicados los 
viajes, las mudanzas, los deportes violentos, las comilonas, las juergas, todo lo que se salga de una existencia monótona, medida, igual.

         Criar dos bebés a la vez siempre es más complicado que hacerlo con uno solo, pero también es más divertido. Son dos bebés de la misma edad, con las mismas necesidades, pero son dos personas diferentes y es muy agradable observar sus diferencias. Hay que tratar de resolver los problemas que puedan presentarse, sin agravarlos.  Por ejemplo, hay que confiar en que una mujer sana y bien nutrida, siempre es capaz de amamantar dos bebés, son innumerables los casos en que así lo hicieron. La producción de leche está condicionada al consumo que se haga de la misma.  Una mujer que amamante dos bebés, tendrá leche suficiente para los dos, a condición de que se alimente bien y beba suficiente líquido, porque la leche de mujer tiene una gran proporción  de agua y lleve una vida tranquila y reposada. El moderno ajetreo de la vida en las grandes ciudades,  puede incidir negativamente, en la lactancia y la mamá de gemelos debe reflexionar que lo más importante de toda su actividad es criar hijos sanos, resistentes, robustos y que el mejor método para lograrlo es la lactancia materna, así como el cuidado directo, minucioso e insustituible de la madre.

         Desde luego, es difícil criar gemelos, pero no imposible, es cuestión de organizar, de confeccionar un programa diario de actividades y atenerse a él, de acostumbrar a los gemelos, desde el primer día, a un orden, a una disciplina, así  el tiempo pasará más rápido, en tanto que la mamá disfrutará de las gracias de los bebés por partida doble.

         Un buen consejo es pensar que los hermanos gemelos, se suelen querer más que los otros, que primero se imitan y luego se ayudan y se enseñan uno a otro y que esa comunicación, ese amor más que fraterno, les durará toda la vida. La madre de gemelos puede estar tranquila de que cada uno de ellos será un apoyo incondiciomal para el otro y esto puede servir de pago, de recompensa de un embarazo, un parto y una lactancia, hasta cierto punto,  más trabajosos, pero henchidos de satisfacciones y con un resultado final feliz y deseable.

CONSUELO RUIZ VÉLEZ FRÍAS
1914 - 2005

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