tag:blogger.com,1999:blog-72264084928248507692024-03-14T04:36:05.941+01:00Consuelo Ruiz Vélez-FríasComadrona y Poeta (9 Noviembre 1914 – 18 Noviembre 2005)Unknownnoreply@blogger.comBlogger15125tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-31459172024699072922012-03-05T19:25:00.000+01:002012-03-05T19:25:14.174+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;">EL SOL, EL AIRE Y EL AGUA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;">Todo el mundo sabe que estos tres elementos son sempiternos y
trascendentales, imprescindibles para la vida, que existen mucho antes que el
“homo sapiens” y que, por lo tanto, no son una creación humana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> También se sabe que el ser humano es
incapaz de crear nada verdaderamente eterno y fundamental, que su sabiduría y
su ciencia no alcanzan más que a producir sucedáneos ya creados, antes de que
el antropopitecus se decidiera a ponerse en pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> El hombre ha inventado, inventa e
inventará sistemas, aparatos, máquinas e ideas, a través de muchas
civilizaciones, pero siempre han sido cosas efímeras y pasajeras, modas que, al
pasar el tiempo han sido desvirtuadas, olvidadas o sustituidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Ninguna civilización alcanzó la
misma supervivencia e importancia que el sol, el aire o el agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Yo diría que todo lo verdaderamente
imprescindible está inventado ya hace mucho tiempo y que la humanidad sobrevive
a base de civilizaciones que se suceden, unas a otras, con sus creencias, sus
ritos y sus costumbres que, en definitiva, no son más que simples modas que se
suceden con ínfulas de “adelantos”; pero que al final acaban arrinconadas y son
reemplazadas por otras tan efímeras y
pasajeras como las antiguas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Sin embargo, en el
transcurso de miles de milenios hay cosas que subsisten, que semejantes al sol,
el aire y el agua, no solo siguen existiendo, sino que sirven de base, de
cimiento, de armazón a sucesivas civilizaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Hay tres cosas tan vitales en una sociedad
civilizada como el sol, el aire y el agua y me refiero a la mujer, la madre y
la matrona. Tres personajes de los cuales no es suficiente conservar el nombre,
pues dice el refrán que el hábito no hace al monje. Solo el nombre no puede
sustituir a la entidad, ni a la categoría de la función encomendada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> La mujer es un ser racional, ni
superior ni inferior al varón, pero física y mentalmente diferente. Jamás será
igual a él mas que en épocas tempranas de la vida. La mujer y el varón son
complementarios, destinados a vivir en compañía, a disponer del mundo al 50%,
ejecutando a veces las mismas tareas y otras, tareas distintas, cada uno por su
lado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Hay una tarea especial, una misión importante
encomendada exclusivamente a la mujer: Concebir, parir, criar y educar <a href="mailto:hij@s"><span lang="ES" style="color: navy;">hij@s</span></a>,
tareas para las que esta capacitada y
provista de los órganos y cualidades necesarias de los que el varón carece.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> No es ningún secreto que el
calificativo “madre” se refiere a una mujer que, a fuerza de amor, paciencia y
entrega se ha superado a sí misma. La palabra “Madre” evoca a una mujer buena,
desinteresada y cariñosa y, en general, tal idea suele corresponder a la
realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> ¿Y la matrona? ¿Qué era una matrona?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Desde luego la matrona era un
elemento clave en la sociedad, una persona que participaba de las dotes y
virtudes de la mujer y de la madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Su misión consistía en acompañar a otras
mujeres en un momento crucial e importantísimo de sus vidas, su tarea principal
era esa: ”estar al lado” de la que estaba en trance de ser madre,
acompañándola, aconsejándola, suavizando la impaciencia y tirantez de la
situación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> La matrona no hacía ni dirigía el
parto, sólo lo presenciaba, asegurándose de que la función, más allá de los
limites de la voluntad humana, transcurría por su cauce normal, lo que, salvo
contadas ocasiones, ocurría como estaba dispuesto que ocurriera desde la
Creación del mundo. La matrona prestaba una ayuda más moral que física,
dilapidando enormes cantidades de paciencia, el ingrediente necesario en todo
parto que recomendaba el célebre doctor Bumm. La sola presencia de la matrona
infundía valor y tranquilidad a la mujer, transmitiéndola su propia serenidad
que dimanaba de saber lo que estaba pasando, de esperar estoicamente un final
seguramente feliz. La matrona no osaba intervenir en un parto, sabía que este
se produciría igual que la salida del sol, el brotar del agua o el soplo del
aire.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> No intervenía, solo presencia, y
estoy casi segura de que lo hacía con la unción, con la veneración que inspiran
las cosas naturales que ningún ser humano puede fabricar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> El parto daba ocasión a que se
estableciera una corriente mutua de simpatía y de amistad entre dos mujeres que
solía perdurar BASTANTE TIEMPO. La de matrona era una profesión ancestral de la
que dependía, en buena parte, el desarrollo armónico y el bienestar de las
familias y de la sociedad en su conjunto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;">No era extraño que una matrona asistiera a todos los miembros
femeninos de una familia, que las mujeres tuvieran “su matrona” y que fuera una sola persona la que asistiera
el parto, detalle que, lógicamente, inspiraba confianza a la mujer, sobre todo
si se conocían de antemano, cosa muy frecuente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> He luchado con todas mis fuerzas,
durante cincuenta años, por explicar a las mujeres que es el parto, para que lo
aceptaran voluntariamente, sin prevención contra él y sin miedo, para que
fueran capaces de asumir gozosamente el papel activo y protagonista que la Naturaleza
otorgó exclusivamente a la mujer, en el parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Al final de mi vida, me declaro
vencida y derrotada. Fuerzas poderosas no me han permitido finalizar mi tarea,
pero sigo creyendo que habrá un futuro, una nueva civilización en la que cada
cual sepa que es lo que le corresponde hacer, dentro de la sociedad en la que
hay modas pasajeras, inventos maravillosos ideados y fabricados por el ingenio
humano, pero en la que, seguramente, seguirán existiendo cosas eternas,
perennes, como el sol, el aire y el agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Para una vida futura dichosa, feliz,
productiva, no bastarán modernidades intrascendentes porque no será suficiente
la parte física, material, animal del cuerpo. Hay algo más, somos mucho más, la
mujer, la madre y la matrona son valores eternos que hay que conservar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> ¡Ojalá siempre hubiera mujeres,
madres y matronas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> ¡Ojalá que la clonación de seres
humanos no prospere! ¡Ojalá que el mundo futuro sea más culto, más humano, más
solidario que el que me tocó, por desgracia, vivir!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: navy; font-size: 12pt;"> Consuelo Ruiz Vélez-Frías<o:p></o:p></span></div>
<span style="color: navy; font-family: 'Times New Roman'; font-size: 12pt;"> Pionera en la
Preparación Psicoprofiláctica1955</span>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-45238304518475603532012-03-05T19:19:00.002+01:002012-03-05T19:21:39.381+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="FR" style="font-size: 13pt;">¿QUÉ
OCURRIRÍA SI, DE PRONTO, LA TIERRA SE PARASE?<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Que
la Tierra se mueve, que gira sobre su
eje y que da vueltas, alrededor del Sol,
hoy ya no se discute y casi le costó,
al pobre Galileo Galilei, acabar
en la hoguera, pero en la actualidad,
todos estamos seguros y confiados en que lo hace, y de que sus movimientos son
exactos, matemáticos, sin posible error <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> ¡Y
eso que lo hace, según parece, sin
rieles ni canal por donde ir, sosteniéndose en el éter, en el espacio, en el
vacío, por medio de una fuerza misteriosa e invisible! Su movimiento de
rotación origina la noche y el día,
según el lado que presente al Sol y el de traslación, las
cuatro estaciones del año, Primavera,
Verano, Otoño e Invierno.
Hace muchísimos años que sé estas cosas, me las contaba mi madre en mi
más tierna infancia y fue ella también la que me habló de esa fuerza desconocida por el hombre, poderosa, invisible,
mágica, capaz de
organizar el Cosmos
de manera exacta, matemática y rutinaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Yo
no sé si todos los terrícolas saben que existe esa fuerza o si creen que la
Tierra se sostiene en el espacio <i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque
si, </i>pero me parece que estamos seguros
que nuestro viejo Planeta va a
seguir cumpliendo con su obligación y que no se parará.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Sería
muy preocupante que la Tierra pudiera
pararse, de la noche a la mañana, que
sus habitantes nos encontrásemos, de pronto,
unos tiritando de frío entre oscuras tinieblas y otros achicharrados por un deslumbrante
sol, mientras que otros, los más afortunados, geográficamente, recogían flores o vendimiaban uvas, entre dos
luces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Si
la Tierra se parase sería un terrible desaguisado y un gran preocupación pues ¿qué Gobierno iba a ser capaz de ponerla
en marcha otra vez ? ¡Con lo difícil que
debe ser mover una mola tan grande! ¿Y qué combustible se debería utilizar para
ello? Yo pienso que mover la Tierra
artificialmente debe ser mucho más difícil que dejarla tal conforme está y que se mueva sola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Se
me ocurrieron estas reflexiones anoche, al cerrar el libro y apagar la luz de
la mesilla de noche, disponiéndome a dormir.Según mi costumbre, pensaba en las
cosas que tenía que hacer al día siguiente para irlas programando, con orden,
dando por seguro que, durante mi sueño,
la Tierra iba moverse y a cambiar de posición, por lo que cuando me
levantase de la cama, sería de día y
tendría que cambiar la fecha del calendario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;">
El Universo lleva un ritmo muy preciso,
en todo, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas, y la Humanidad
organiza su vida confiando en la seriedad y
en la regularidad de la
Naturaleza. Esto es lo corriente, lo normal, pero por la índole de mi profesión,
he podido observar que, casi siempre, se
confía, ciegamente, en que
la Naturaleza cumplirá con su obligación,
en todas las ocasiones en las que interviene, si las condiciones son las
requeridas y se producirá, a su debido tiempo, cualquier fenómeno natural que le haya sido
encomendado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Cuando
el hombre aprendió a cultivar la Tierra. se resignó a esperar a que la semilla
arraigase, a que frutas, cereales, verduras y legumbres, fructificasen, creciesen, y madurasen y nunca
dudó de que lo harían, pero hay una determinada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cosecha</i>, acaso la más
importante de todas, la de individuos de una misma especie, la de hijos, en la
que, actualmente, el “homo sapiens” desconfía de que la Naturaleza esté a la altura
de las circunstancias, de que no sea capaz
de terminar la faena que emprendió espontáneamente que, después de haber
trabajado en ella satisfactoriamente, por un largo y difícil período, la deje inacabada en su etapa final, la más
breve a la más fácil de todas y que tenga que ser rematada por la ciencia
humana que, con todos mis respetos, juzgo
mucho más insegura e ineficiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Me
estoy refiriendo al parto que, actualmente no se piensa que pueda verificarse, sino
por medios artificiales médicos o quirúrgicos.He leído y estudiado, atentamente
durante muchos años, cuantos Tratados de Obstetricia han caído en mis en mis manos y en ninguno de ellos he hallado
mención de que, después de un embarazo
normal, un feto a término, se haya quedado dentro del útero y se haya
momificado o reabsorbido allí, sino que todos han salido por sus propios
medios, tras un lapso de tiempo, coincidiente o no, con el deseo humano,
otros lo hicieron de forma más
expeditiva, por procedimientos más o
menos sanguinarios, brutales y crueles,
según los adelantos de la época y la maña y el talante del obstetra,
pero todos, <u>absolutamente todos</u>, acabaron saliendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Es
muy chocante el pánico a que el crío se
quede ahí dentro, a pesar de la<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> evidencia
de que, en miles y miles de años
de años, no lo haya hecho. Eso demuestra que en le referente al parto, la
impaciencia y la tozudez de
la especie humana no tiene paragón, aunque en todas las demás cosas, se
suele esperar, pacientemente, a que ocurran,
incluso cosas tan importantes como amanecer o la llegada del verano o de determinada fecha, suelen ser
esperadas, con mayor o menor impaciencia, pero no se suelen provocar articifialmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Agricultores
y jardineros esperan la eclosión natural de brotes, yemas y capullos, dejando
que la Naturaleza cumpla sus objetivos.Tambien los animales nos dan ejemplo de
respeto a las cosas naturales., pues es el propio polluelo quién rompe el
cascarón para salir. La comprensible impaciencia de los padres, únicamente se manifiesta dando
vueltas, extrañados de que el hijo no salga, alrededor del huevo. Pero ni la
hembra ni el macho, jamás lo
pican, ni mucho menos, acuden a pedir ayuda
a otra ave <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“pica/huevos”.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;">El saco amniótico de los
vivíparos cumple la misma función que la cáscara del huevo en las aves y, salvo excepciones se suele romper
espontáneamente y en el momento oportuno, pero cada vez se tiende más a practicar la amniorexis artificialmente Porque no se tiene paciencia
para esperar a que el parto se realice por sí solo es un misterio que me
gustaría mucho desentrañar. Se desconfía de que el organismo de la mujer no
pueda cumplir una función que le ha sido especialmen encomendada, pero no ocurre
lo mismo con los movimientos de la Tierra que estamos seguros de que no va a
dejar de hacerlos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Así
como, ni en la literatura ni en la práctica,
he encontrado ningún caso de que el feto se quedase dentro, de
nacimientos espontáneos imprevistos y, algunas veces, inoportunos, hay
abundantes ejemplos y puedo atestiguarlo personalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Desde
1963 a 1966, después de haber convalidado, en Italia mi título universitario de
matrona, trabajé como tal en Roma, en la popular y concurridísima “Clínica Guarnieri” situada en la Via Tor’ degli Schiavi en el simpático
barrio de Centocelle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Una
noche, al coger la guardia, mi
colega, Giulia Mercanti, me dijo
que a<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> la
embarazada de la cama Nº 58 no había que hacerle nada, que era una cesariada anterior
a la que su tocólogo particular vendría a practicarle una laparotomía a las nueve de la mañana siguiente y que el
feto estaba bien. Cuando fui a comprobarlo, la mujer dormía y el latido
cardíaco fetal era absolutamente normal, en vista de lo cual, empecé, sin más dilación,
mi jornada de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> En
el amplio paritorio había tres mesas de
parto, separadas por biombos y, apenas se desocupaba una, casi inmediatamente
se volvía a ocupar. Era una hermosa
noche de verano y yo estuve trabajando, sin cesar, hasta que la enfermera vino a decirme que la señora de la habitación Nº 58 “estaba muy
colorada”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Naturalmente,
acudí enseguida a ver qué pasaba y, antes de entrar en la habitación, oí, por
el pasillo, el llanto del bebé, un hermoso niño que pataleaba entre las piernas
de su madre. La hice trasladar al
paritorio y, en la misma camilla alumbrò completa y espontáneamente, revisé el intacto periné
y, debidamente acondicionada, fue trasladada a
una habitación de la parte destinada a las puérperas. Yo
cumplimenté el papeleo y seguí viendo cómo, uno tras otro, seguían
llegando italianitos e italianitas al
Mundo, hasta las siete de la mañana, hora en que terminaba mi turno de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Como
salía cansadísima, en vez de irme a mi solitaria casa, donde me hubiera sido imposible dormir, de puro
cansancio, fui a refrescarme a los baños de Tívoli, a pocos kilómetros de Roma,
con ánimo de airearme y de distraerme y me olvidé, por completo de la señora
del Nº 58 y de su inesperado parto, pero al coger aquella noche la guardia la
Mercanti me dijo que, a la mañana siguiente me pasase por el despacho del
doctor Scarpinatti, que era el director,
donde me esperaba una buena <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“lavata
di testa” o sea.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Mi colega no podía contener la risa
explicándome que, cuando, a la mañana siguiente, vino el tocólogo privado y
ordenó a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“portantina” </i>que le
llevara a la señora de la habitación Nº 58, al quirófano, ésta llegó allí
llorando a lágrima viva y protestando, con todas sus fuerzas de que fueran a
hacerle la cesárea, sin que su marido lo supiera y, sobre todo, después de haber parido cuatro
hijos y dos hijas, en un pueblo calabrés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Tanto chilló y pataleó, forcejeando
para que no la rasurasen, ni la sujetasen a la mesa de operaciones, que el
tocólogo, que se estaba preparando para realizar a la que creía su cliente, la intervención programada, se acercó a ella, seguramente, con ánimo de tranquilizarla y de hacerla razonar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Supongo que su sorpresa debió de
ser mayúscula al ver que quién se resistía con todas sus fuerzas y vociferaba,
era una desconocida y que, además lo hacía con razón. Alguien había hecho
desaparecer a la presunta cesárea,
sustituyéndola por otra mujer. Inmediatamente se empezó una cuidadosa
búsqueda por toda la Clínica y dieron, con la recién parida, sana y salva, en la
parte destinada a las puérperas, sentada en la cama y dando,
plácidamente, de mamar a su bebé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> Enseguida se supo que había sido
la “española”, una matrona venida de allende los Pirineos, de un país aún no bien
definido si como perteneciente si a Europa o a Africa. El doctor Scarpinatti
era un señor muy simpático y no me regañó,
sobre todo, después que le aseguré que <u> yo no había asistido aquel parto,</u> que
gracias a lo famosa y popular que era la
Clínica, no me habían faltado partos en toda la noche y no se me había
pasado por “ l’anticamera del cervello” agenciarme uno más, sino que la señora había
parido sola, lo había hecho muy bien y
estaba orgullosa de ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;"> No ha sido esa la única vez que
me tocó intervenir en partos inesperados, pues fui, durante muchos años, “matrona de salidas” del Equipo
Tocoginecológico Municipal de Urgencia, de Madrid, plaza que gané por
oposición, en 1950 y quiero hacer constar que en tales partos, nunca vi complicación
alguna, ni siquiera desgarros perineales que precisaran más tratamiento que, a
veces, un punto o dos de cagut, en la horquilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 375.65pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 13pt;">
CONSUELO RUIZ VÉLEZ-FRÍAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-19813806011486618172012-02-15T00:10:00.001+01:002012-03-05T19:14:45.172+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="FR">EL PARTO NO ES UNA ENFERMEDAD <o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR">¿QUÉ
VENTAJAS TIENE CONVERTIRLO EN UNA?<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Se supone que un cambio tan drástico,
sobre asunto de tanta importancia como el parto, llevado a cabo en el último
cuarto del Siglo XX, no se habrá hecho por gentes indocumentadas, al “ buen tuntún”, sino que <u>doctores
sapientísimos lo estudiarían bien</u>, desde todos los puntos de vista y,
acaso, por lo mucho que sabían no juzgaron necesario contar para tal cambio,
con las personas más interesadas en el parto, en primer lugar, las mujeres y
también con las matronas, mujeres que habían elegido una profesión, que se
habían capacitado para ejercerla y se vieron, de la noche a la mañana,
despojadas de ella, (de forma ilegal, según sentenció, en su día, el Tribunal
Supremo) al que las matronas acudieron, en última instancia, defendiendo su
derecho a una profesión milenaria, reconocida universalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> La sustitución del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">parto natural </i>por el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">parto
inducido, provocado, dirigido, a la carta, </i>se llevó a cabo, rápida y
dictatorialmente, en 1976, apenas acabada la dictadura, sin el menor intento de
“desfacer el entuerto” o sea,”<i style="mso-bidi-font-style: normal;">volver a la
situación que había antes de la publicación de la Orden Ministerial contra la
que se recurría” (sic), </i>como ordenaba
la sentencia del Tribunal Supremo, basada en que la desaparición del Colegio
de Matronas y de la propia profesión se había llevado a cabo con “defecto de
forma”, pues una Orden Ministerial no podía
suprimir un Colegio y una
profesión que funcionaban acogidas a una
Ley, sentencia que no se cumplió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Las matronas fundaron una Asociación,
hicieron sendas colectas, para buscaron un buen abogado se consiguió que el
Boletín Oficial del Estado publicara la
sentencia, pero las matronas no podíamos ya, por motivos económicos, intentar
que el fallo del Supremo se ejecutara y el propio abogado nos aconsejó que no
siguiéramos luchando, esto es, gastando dinero inútilmente, pues aunque España
ya no era, en aquella época una dictadura, sino una monarquía
democrática, usos y costumbres dictatoriales iban a seguir subsistiendo, por
inercia, siempre que lo hicieran a favor y en provecho de determinadas clases.
Espeña tuvo dos dictaduras militares, durante el Siglo XX, pero ninguna de las
dos se había preocupado de dictaminar dónde, cómo y de qué manera tenían que
dar a luz las mujeres españolas, El cambio de la última dictadura a una
monarquía democrática sirvió de pretexto, a las
Autoridades sanitarias, para variar la asistencia tradicional al parto
que había sido considerado, hasta entonces, una función fisiológica normal,
necesitada, en según los casos, de asistencia especial ofrecida por
profesionales, minuciosamente preparados para ello, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tocólogos y matronas.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="FR"> </span></i><span lang="FR">La decisión de convertir el parto en una enfermedad, de suprimir las
llamadas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Maternidades, </i>clínicas
especiales dedicadas a la asistencia al
parto de las cuales estaba excluído el ingreso de enfermos y de obligar
a las embarazadas a someterse durante el embarazo, a la vigilancia, no de un
especialista en partos, sino del médico especializado en enfermedades de la
mujer, el ginecólogo, considerándo embarazo y parto una de ellas, tan grave que
obliga a hospitalizar, siempre, a la parturiente, por el riesgo que supone la
asistencia artificial al parto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> La embarazada debe ir al hospital el día y hora que tenga designado, para someterse allí a lo que quieran hacer
con ella, segura de “que todo es por su bien y el de su futuro bebé”, de que la
Seguridad Social tiene ignoradas razones
de peso para no subvencionar partos naturales, y para intervenir, sistemática y
artificialmente en todos los partos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Se sospecha que la forma radical,
unilateral y coercitiva de realizar el cambio ha sido debida a que las razones
que pudieran esgrimirse, a su favor, no estaban al alcance de la inteligencia
femenina, sino sólo comprensibles para
“talentos machos” y que, estando exento el varón de la maternidad, no
había porqué dar explicaciones sobre el cambio efectuado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Ni a las embarazadas ni a las matronas
que asistían tradicional y naturalmente los partos, se les consultó para
nada. A las matronas no se nos dió
otra opción que la de cambiar de
profesión, colegiarnos, obligadamente, como enfermeras y de trabajar, como
tales, a las órdenes del médico,
obedeciendo, sin rechistar, a cuanto éste nos ordenase hacer y a las mujeres se las hizo creer que
dar a luz, además de ser, por designio divino, dolorosísimo, encerraba grandes
peligros, entre ellos, el de parir un mostruo o un niño subnormal, como, casi
siempre, ocurría cuando las mujeres parían de manera natural, en sus casas, o
en las maternidades y no en modernos hospitales, dotados de todos los adelantos
modernos, incluso de la panacea universal de la anestesia epidural, gracias a
la cual ya no es necesario investigar la causa del dolor, de cualquier dolor,
pues un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“pinchacito de nada”,</i> basta,
hoy en día, para acabar con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> ¡Buen disgusto se llevó una pobre
matrona que trabajaba como supervisora en un gran hospital, porque no quiso acatar la orden de
que las enfermeras sustituyeran, en los partos, al anestesista porque se había
prometido utilizar anestesia epidural, en todos los partos, sin excepción, y no
se disponía de anestesistas suficientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> La noticia de la incalificable
insubordinación de la matrona y del justo
y merecido castigo de su expulsión inmediata saltó a la Prensa, cuando
la matrona denunció el despido como injustificado, alegando que trabajaba
en el hospital como como enfermera supervisora y tenía razón en no
querer hacer, ni mandar a otra
colega realizar tareas que no eran las propias
de su profesión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> El juzgado de Primera Instancia dio la
razón al Director del Hospital. No se sabe en qué texto legal se apoyaba la sentencia, probablemente se tuvo en cuenta que la
disciplina, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">obligada obediencia</i>,
que está, en ciertas mentes, por encima
de cualquier otra consideración o en que un director, de lo que sea, debe tener
atribuciones ilimitadas de “ordeno y mando” si se pretende que las cosas vayan,
como es debido , es decir, estilo
militar.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Las personas que trabajen en ámbitos
donde haya quién mande, están obligadas a obedecer “en todo”, sin remilgos, ni
condiciones, porque, como decía la fábula que aprendí, de memoria, en mi niñez
y aún recuerdo,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> no somos todos unos,
frailes y tamborileros</i>, por lo que quién elige una determinada
profesión, debe saber lo que le espera,
los pros y los contras que corresponden a la categoría de la profesión que
eligió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En la época actual, parece que la peor,
la ínfima, categoría es la de ser mujer y si, además de mujer se es madre, la
cosa se complica, cada vez más.Yo llevo más de 25 años dándole vueltas al
propósito moderno de acabar, paso a paso, con el parto natural, con la familia
y, como meta final, con la feminidad de la mujer y no acabo de comprender qué
se va a ganar con ello, ni quién lo va a ganar, suponiendo que algo se gane.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> De lo que si estoy enterada es de que
nacer hombre o mujer no depende de la voluntad del ser humano, pues se sabe que
el embrión es hermafrodita, que a un lado y a otro de su columna vertebral existen
una especie de cordones conocidos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conducto
de Wolf y conducto de Müller</i>, de los cuales se formará el aparato genital
del feto, del primero, el masculino y del segundo el femenino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Como todos los demás órganos, vísceras
y aparatos del organismo, el sexo se forma de modo espontáneo. Sin que haya
necesidad de intervención ajena de ninguna clase, uno de los dos conductos se
atrofia y desaparece, mientras que el otro crece, se trasforma y desarrolla los
diversos órganos que componen el aparato genital, completamente diferente en
los dos sexos, no sólo externa, sino internamente. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En los animales superiores y, desde
luego, en la especie humana que es el
animal mamífero más evolucionado de la creación, no hace falta examinar
los genitales externos para saber si se trata de un hombre o de una mujer,
salvo en los recién nacidos y en los bebés, porque los signos que distinguen un
sexo de otro, son numerosos y decisivos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Hasta la fecha se sabe que la elección
del sexo se debe a la presencia en el núcleo del espermatozoo maduro que
consiguió penetrar en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">óvulo</i>, del cromosoma Y, portador de los
caracteres masculinos y, en consecuencia, este cromosoma entrara a formar parte
del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">código genético </i>contenido en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cigoto,</i> con arreglo al cual se formará
un nuevo ser con parte de las características de sus antepasados, entre ellas,
el sexo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Es curioso y digno de mención que en el
trascurso de millones de años, los hombres se pelearon, lucharon hasta la
muerte unos con otros. Siempre estuvieron
en guerra, con cualquier pretexto
y hasta, a veces, sin él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Pero, aún siendo tan diferentes,
hombres y mujeres, nunca se declararon una guerra abierta, las peleas entre un
sexo y otro siempre fueron entre individuos y hasta el presente Siglo XXI,
siempre fueron peleas familiares en las que los dos bandos acababan haciendo
las paces y teniendo un hijo más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> No he encontrado en ningún texto
histórico serio, mención de que alguna vez hubiera ejércitos exclusivamente
compuestos por hombres o por mujeres, que se combatieran entre sí. Las luchas
entre sexos son, en su mayor parte, domésticas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Los hombres y las mujeres se
repartieron en Mundo y no soy capaz de juzgar quién salió ganando o perdiendo,
pues las diferencias individuales son tantas que siempre se gana o se pierde,
según las ocasiones y nunca lo hace el mismo sujeto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> También es curioso y notable que la
mayor parte del género humano está conforme con el sexo con que nació y se
suele poner más empeño en cambiar de pobre a rico, de enfermo a sano, de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">don Nadie </i>a<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Personaje, </i>que de un sexo a otro y hay gente que se da por
satisfecha con cambiar de indumentaria, de profesión o de costumbres. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Un número muy reducido de disconformes
con su sexo se arriesga a someterse y tremendas y costosas operaciones para
cambiar de sexo, de forma radical y lo curioso
es que, siendo el sexo femenino, el más discriminado, el que tropieza
con más dificultades, el que tiene que llevar a cabo ese trance terrible que es
el parto, el que de forma tradicional ha estado, hasta hace poco, sometido al
otro, el que sean siempre los varones los que se deciden a cambiar de sexo,
drásticamente, convirtiéndose en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">transexuales,
</i>es decir,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>sólo en apariencia
mujeres, porque siguen careciendo, hasta
que no se realicen transplantes de ellos,
de determinados órganos como son el útero, los ovarios y las glándulas
mamarias, así como de las imprescindibles secreciones hormonales femeninas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR"> CONSUELO
RUIZ VÉLEZ-FRÍAS <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-5133469779276515892012-02-15T00:03:00.001+01:002012-02-15T00:15:03.686+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="FR">LA CESÁREA SALVA MUCHAS VIDAS DE NIÑOS</span></b><span lang="FR"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Es innegable que la mortalidad
infantil, en España es mucho menor en el presente Siglo XXI que lo fue en el
pasado, sobre todo si nos referimos a un pasado remoto porque en el anterior
Siglo XX, sobre todo en las tres cuartas partes del mismo la mortalidad
infantil había descendido considerablemente porque las enfermedades que más
vidas de niños segaban empezaban a ser menos terribles, evitadas por un género
de vida mejor, por una higiene más amplia y cuidadosa y por vacunas cada vez
más eficientes y más popularizas y también combatidas por medios más eficaces,
de modo que la meningitis, la difteria, la viruela, las infecciones
intestinales, etc. etc., dejaron de ser ya, en el Siglo XX, terribles
devoradoras de vidas infantiles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En el transcurso del siglo, tanto la
Higiene, como la Medicina, siguieron
avanzando y la morbimortalidad, infantil disminuyendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> ¿De qué peligros mortales y a cuáles niños salva la cesárea? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">La verdad es
que, pensándolo bien, la cesárea no ha salvado jamás a ningún
niño de ninguna enfermedad, en el
pasado, a contados fetos, una exigua
minoría. Ha después de la drástica
transformación del parto en enfermedad,
cuando salva a numerosos fetos de una muerte intrauterina. Hasta que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">feto</i> no pasa a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">recién nacido </i>esto
es, cuando empieza a respirar y está fuera del útero, no se puede decir que el
feto sea un niño, es sólo un ser humano,
un feto a término que alcanzó, espontáneamente, el suficiente desarrollo que le
permitirá vivir las sucesivas etapas hasta
llegar a ser una persona adulta, diferentes etapas, de las cuales la de
recién nacido es la primera. .<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Muy atrás en la Historia, la cesárea
se realizaba después que la mujer habíaa muerto, con la
falsa ilusión de que el feto fuese varón y aún estuviera vivo. Seguramente,
el parto había sido imposible a causa de desproporción pélvico/cefálica o
posición defectuosa del feto, o a una presentación asinclítica
insalvable, aunque en los dos últimos casos, quizá se prefiriera
la basiotripsia o la fetotomía a la cesárea, cuando ya no había ninguna vida que
salvar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Modernamente, se recurría siempre a la cesárea con feto
vivo, aunque éste no sufriera, en la
desproporción pélvico/cefálica y en los
casos de sufrimiento fetal agudo y
persistente, en ambos casos, con
la idea premeditada de salvar la vida del feto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> También se efectuaba cesárea en los
casos de “abruptio placentae”, es decir, desprendimiento de placenta o placenta previa, para evitar la muerte de
la madre por hemorragia y, como
consecuencia, tambíen la muerte del feto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Las numerosas cesáreas actuales se
hacen, casi todas, por sufrimiento fetal agudo
y yatrógeno, aunque también
algunas, sobre todo en clínicas privadas, se realizan por “agotamiento “
materno por que se ha obligado a la mujer a un esfuerzo extremo, olvidando que
el parto no es voluntario, que se se trata de una función fisológica espontánea que obedece a unas
determinadas condiciones físicas y que, por
mucho que la mujer se esfuerce no
conseguirá parir, si no es el momento oportuno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="FR">CONSUELO
RUIZ VÉLEZ-FRÍAS</span></b><span lang="FR"><o:p></o:p></span></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-55387614397183523962012-02-13T20:47:00.001+01:002012-02-13T20:47:10.050+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES">EL PARTO EN EL AGUA<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Juan Ruiz, poeta alcalaíno
del Siglo XIV, conocido como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
Arcipreste de Hita”, </i>cargo para el que fue designado en 1351, después de
haber pasado trece años en la cárcel, por orden del cardenal Alvaro de
Albornoz, y que es uno de mis autores favoritos, gracias que mi madre me enseñó
a leer comprendiendo lo que leía, lo que había querido decir quién escribió lo
leído, porque la verdad es que el pobre Arcipreste fue incomprendido, no sólo
en su época. En su obra más conocida, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
Libro del Buen Amor”, </i> uno de sus
poemas comenzaba así<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">:</b> “Saber todas
las cosas, el Apostol lo manda”, seguramente refiriéndose a las enjundiosas
epístolas de San Pablo a distintos grupos de fieles y en determinadas y varias
ocasiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Yo creo que leer es un buen
sistema para aprender cosas y que la inteligencia se nos ha dado a los humanos
con el fin, precisamente, de que nos instruyamos para que podamos vivir
mejor. Así que cuando algo nuevo llega a
mi conocimiento, después de bien pensado y discernido, trato de ponerlo o no en
práctica, según haya llegado a la conclusión de si es bueno o malo, conveniente
o no. Nunca he realizado nada sólo porque la gente lo haga y muy pocas veces
porque me lo hayan ordenado, sin que yo hubiera estado convencida de que era
bueno y razonable hacerlo. Pero si he estado dispuesta a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“probar todas las cosas”</i>, después de asegurarme de que con ello no
iba a ocasionar perjuicio ni a mí ni a nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Siempre he tenido una opinión
determinada sobre todo cuanto ocurría a mi alrededor, porque, aunque no me afectara personalmente,
me siento ciudadana del mundo y lo que pase a otros me interesa también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Hace algún tiempo se viene
hablando de parto en el agua, presentándolo como el gran invento para mejorarlo
y me decido a opinar sobre el mismo y a contar mi experiencia, con la sana
intención que alguna parturiente pueda aprovecharse de ello. Es de sobra
conocido el famoso principio de Arquímedes que afirma que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Todo cuerpo sumergido en el agua, pierde el peso equivalente al del
volumen del agua que desaloja”</i>, según el cual, una mujer de parto perderá,
al meterse en el agua, una parte, más o menos importante de su peso, según el
peso del agua que con su volumen desaloje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Las comadronas clásicas, que habíamos estudiado
obstetricia como una carrera y una profesión especial e independiente y no como
parte de la profesión de enfermería, cuando el parto no se consideraba
enfermedad, además de estudiar la
anatomía y la fisiología del aparato genital femenino, conocíamos, asimismo, el
estado psicológico especial de la embarazada y de la parturiente porque el
parto no es una función que se realice a diario y el organismo femenino no está
acostumbrado a ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">El parto es una
función fisiológica normal, pero, al mismo tiempo es algo muy importante y
transcendental en la vida de la mujer, tiene unas connotaciones sentimentales y
psicológicas de las que las demás funciones del organismo carecen. Aún
suponiendo que la embarazada haya conseguido liberarse de todas las supersticiones
y falsedades que acompañan al parto, es muy difícil, casi imposible que lo
acepte como algo puramente físico, sin una emoción y una participación psíquica
especial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> La mayor preocupación de los
obstetras varones, de todos los tiempos ha sido la de aligerar el pesado y
engorroso trabajo del parto, lo que la operación cesárea parece haber
conseguido ahora, con ventaja sobre los demás procedimientos, pero que todavía
no ha sido aceptada al 100% debido a que es costosa y no está exenta, por
completo, de inconvenientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> La vieja creencia machista de que la mujer es
un ser intermedio entre el hombre y el animal, por lo que llegó a ser discutido
en un Concilio si la mujer tenía alma, acaso sobrevive en las mentes masculinas
y la psique de la mujer no ha sido, ni es, tenida en cuenta para nada, por los
obstetras<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">. Pero las verdaderas
comadronas no nos olvidábamos nunca de que éramos mujeres exactamente iguales a
la mujer que atendíamos, nos poníamos en su lugar, las tratábamos igual que
hubierámos querido ser tratadas,en trance semejante y teníamos muy presente el
estado psicológico de la mujer durante el embarazo y el parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Sabíamos que, al final del
embarazo, por normal que éste sea, la mujer experimenta un cansancio, una
laxitud, una pereza inexplicables que, frecuentemente, se acompaña de una gran
impaciencia porque el embarazo se acabe de una vez y el parto se presente
pronto y se realice lo más rápido posible, a costa de lo que sea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> También sabemos todas, o
debíamos saber, que por bien preparada que una embarazada esté para el parto,
durante el largo período de dilatación, en especial en las pausas que suele haber entre etapas
del mismo, la mujer suele ser presa de desaliento y la idea falsa y fatal de
que el parto se ha parado, suele convertirse en que el parto es imposible y
entonces es cuando yo he utilizado el precioso recurso del agua, aconsejando a
la parturiente que tome un baño el cual produce por efecto de la pérdida de
peso, de la sensación de flotar en el agua, un alivio inmediato del cansancio y
de la ansiedad. No es necesario disponer de una piscina portable de plástico,
es mejor una bañera normal de las que suele haber hoy en casi en todas las
casas, donde la mujer pueda relajarse y flotar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> No es necesario que otras
personas, la matrona que va a asistir a parto, una amiga o el hijo/a que quiere
ver como nace su hermanito, estén con con la mamá, dentro del agua porque lo
que se pretende es que la mujer se relaje y para eso tiene que permanecer sola, tranquila, sin ninguna
preocupación, gozando del sosiego, del alivio,que su inmersión en el agua la
proporciona, olvidándose momentáneamente del parto y de cuanto depende de él,
gozando de la suave caricia del agua. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Siempre que he utilizado este
recurso, en el momento en que la serenidad de la parturiente comenzaba a
vacilar, perdía su dominio sobre sí misma y las contracciones ameazaban con
convertirse, de molestas, en dolorosas, me ha dado muy buenos resultados. La
mujer recuperaba su serenidad y el parto
proseguía normalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Además del baño, recomiendo
que no se intente abreviar el período de dilatación, que se consienta que éste
se verifique poco a poco y en distintas fases,
alternando la deambulación con el baño, evitando, a toda costa, la permanencia
en cama, sobre todo en decúbito supino, posición en la que la fuerza de la
contracción se ejerce, en parte, sobre la columna vertebral de la parturiente,
provocando los clásicos y falsos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“dolores
de riñones”</i> y dificultando y, a veces, hasta impidiendo, los movimientos
para colocarse en la debida posición que el feto tiene que hace para poder
salir del claustro materno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> No es verdad que el parto sea
cuestión de hacer fuerza, que la gimnasia durante el embarazo sea conveniente
para mejorar la potencia muscular de la mujer, sino que la dilatación debe
realizarse suavemente, por<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">medio de contracciones rítmicas, isócronas para lo que la tranquilidad y el
sosiego de la mujer es la mejor ayuda. No hay que olvidar que dentro del útero
hay un ser vivo que en un espacio reducido está ejecutando, espontánea y
matemáticamente, las maniobras que su instinto de nacer le sugiere para
conseguir hacerlas con el mínimo trauma para él. Las parturientes deberían
dejar de pensar únicamente en sí mismas, durante el parto y hacerlo, de
preferencia, en el feto, frágil, indefenso e inerme, que un papel tan
importante y tan comprometido desempeña en su propio nacimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"> ¡Imagínense a su niño dentro, mientras
la mamá flota dentro del agua! ¡Imagínense a los dos flotando en agua tibia,
uno dentro y otra fuera pero ambos anhelando el momento de encontrarse,
esperándole, tranquilamente, sin prisa,
seguros de que, ineludiblemente,
tiene que llegar!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Decididamente, el parto en el
agua, durante la dilatación es una cosa buena y recomendable, pero,
personalmente, no opino igual de la realización del período expulsivo y del
alumbramiento, dentro del agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> El período expulsivo empieza
cuando la dilatación está completa, sin el menor reborde y la presentación
entre el 3º y el 4º planos de Hodge y cuando la presentación llega al 4º plano
se empieza a formar, a expensas del periné, el “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">canal blando del parto”</i>, que tiene un papel muy importante en el
parto y que, a pesar de ello, muchas veces suele ser ignorado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES"> Dicho canal no se forma hasta que la dilatación no es ya completa
y la cabeza fetal, debidamente flexionada y rotada, ha llegado al 4º plano de
Hodge. El periné se despliega, se dilata, se expande, cubriendo, casi por
completo la parte de la cabeza fetal que, poco a poco, va apareciendo muy
lentamente, dentro de la vulva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> No creo que haya, ni en el
parto ni en ninguna otra función de la fisiología, nada que sea inútil y opino
que el despliegue del periné, como si se tratara de un paraguas plegable, está
destinado a proteger al feto, a frenar el impulso de los músculos abdominales
de la madre, con objeto de que el preciso y crítico momento en el que el feto
realiza el “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">tercer movimiento”, </i>el
que desencaja las prominencias frontales de la pelvis materna, mediante una
enérgica deflexión, debido a la cual la frente, los ojos, la nariz, la boca y
la barbilla fetales, aparecen, poco a poco. Como si la formación del segmento
blando no tuviera más objeto que el de obligar al feto a salir despacio,
conforme va apareciendo la carita fetal, el canal blando retrocede,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">se va retirando, se va arrugando, vuelve a convertirse en un periné
íntegro, si ha sido convenientemente protegido, sobre todo en la fase
siguiente, cuando el feto ejecuta su 4º y último movimiento en el parto, el de
rotación externa, mediante el cual, los hombros salen, uno a uno, en posición
vertical. Entonces el parto ha
terminado y queda sólo el rabito del alumbramiento por desollar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> No aconsejo, en absoluto, que
la expulsión fetal se realice en el agua porque al feto no hay que sacarle,
sino que tiene que salir él solito, la mecánica normal del parto es así. Para que lo haga cómoda y seguramente hay que
darle facilidades y para ello, la madre debe estar relajada, distendida, para
permitir que el feto pueda hacer los movimientos necesarios con entera libertad.
Si encuentra dificultad para ello, es posible que consuma más oxígeno del
normal e intentando recuperarlo, pruebe a respirar, cuando aún no debe ni puede
hacerlo, originando un inútil sufrimiento fetal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> No es ésta la única razón por
la cual creo que la expulsión fetal debe ser asistida fuera del agua, porque
las vueltas de cordón alrededor del cuello del feto no son, ni mucho menos, tan
frecuentes como se cree y salvo excepciones, no llegan a dar lugar a una
verdadera distocia, pero hay que contar con que, algunas veces se presentan y
hay que cerciorarse de ello, metiendo el dedo entre la vulva y el cuellecito
fetal. Si se trata de una sola vuelta y está floja, es muy fácil sacarla,
cuidadosamente, por encima de la
cabecita fetal, como si fuera un collar o una cadena, pero si es doble o está
apretada, hay que pinzar el cordón, entre dos<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “kockher”</i>para cortarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Yo no soy partidaria de la
episiotomía y mucho menos de que se verifique dentro del agua, por varias
razones y, aunque está demostrado que
los desgarros perineales suelen cicatrizar mejor que el rutinario corte, yo
siempre he puesto todo mi interés en que no hubiera desgarro y juzgo
indispensable una buena protección del periné, imposible de realizar dentro del
agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Tampoco me atrevería a
esperar al alumbramiento con la puérpera metida dentro del baño. Si el
alumbramiento es del tipo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Shultze</i>, la
placenta empieza a desprenderse por la parte central y la sangre procedente de
los vasos rotos forma, dentro de las membranas el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">coágulo retroplacentario, </i>cuyo peso hace que la placenta se acabe
de desprender, caiga a la vagina y aparezca en la vulva, envuelta en las
membranas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Pero si el alumbramiento es
del tipo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Duncan</i>, la placenta empieza
a desprenderse por un borde, no se forma el coágulo, sino que la sangre
escurre, lentamente por la vagina, sin llegar a formar el coágulo cuyo peso
contribuye, de manera eficaz, tanto al desprendimiento, como a la expulsión de
la placenta, suele perderse una cantidad mayor de sangre porque sale </span>sin llegar a formar el coágulo. Naturalmente,debido a la falta de coágulo,
el alumbramiento tarda más.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> CONSUELO RUIZ
VÉLEZ-FRÍAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-68377932415233227462012-02-13T20:46:00.003+01:002012-02-13T20:46:41.042+01:00<br />
<div class="WordSection1">
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 14pt;">¿ Es verdad
que Africa empieza en los Pirineos ?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">¿ Seremos los castellanos,
catalanes, vascos, andaluces, gallegos, etc., otras tantas tribus dispuestas a
devorarse mutuamente ? ¿ O somos personas civilizadas que viven en paz y
armonía con arreglo a leyes justas ?.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">Si alguien pudiera disipar
esta duda que me corroe, me haría un enorme favor porque no sé que pensar ante
la grave discriminación que sufren, en determinadas circunstancias, las mujeres
españolas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">Hace millones de años, la
Naturaleza distribuyó dones y tareas entre los dos sexos, y a la mujer le
correspondió llevar la antorcha de la vida, es decir, parir, criar y educar a
los hijos, hombres y mujeres del futuro, de cuya salud y educación dependería
el porvenir del mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">Paradójicamente se llegó a
convencer a la mujer de que era más importante lo que hacían los hombres. Que
la guerra, la caza y el dominio y la explotación de unos por otros, era lo que
valía la pena hacer, en tanto que criar hijos, cuidarlos, atenderlos,
enseñarlos a vivir, velar por su salud y bienestar, tanto de ellos como del
resto de la familia, eran tareas sin importancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">Además de eso, estas tareas
femeninas no solían ser pagadas, sino que se realizaban por amor y se pagaban
con la misma moneda, en tanto que cualquier trabajo masculino vale dinero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">Esta idea errónea se fue
abriendo paso en la conciencia femenina, hasta lograr que la máxima aspiración
de cualquier mujer sea llegar a puestos y trabajos tradicionalmente masculinos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">La mujer moderna ya no tiene
barreras, puede llegar a donde quiera y sea capaz, con la ventaja de que es
capaz de hacer las mismas cosas, conformándose con trabajar más y ganar menos y
haciéndolo con un talante más dócil, mas gentil, precisamente por las
cualidades de su condición de mujer.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<span style="color: navy; font-family: 'Book Antiqua'; font-size: 14pt;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;"><o:p> </o:p></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 19px;">Pero, en tanto que en <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">toda Europa</b> las mujeres son libres de
parir donde quieran y asistidas por quién quieran, de tener un parto natural o
un parto provocado, dirigido medicamentosa o quirúrgicamente, según su
elección, las españolitas de a pie <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tienen
forzosamente</b> que someterse a un parto artificial, ingresadas en un
hospital, asistidas por equipos multidisciplinarios, es decir, por personas,
que desfilaran por su parto, cada una de ellas con su cometido preciso, pero de
ninguna de las cuales llegara a saber el nombre, ni siquiera a cambiar
impresiones. Todas tienen prisa por ejecutar, cuanto antes, lo que tienen que
hacer sobre aquella <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">materia</b>, sobre
aquel cuerpo de mujer sin mente y sin voluntad, entregada en manos
desconocidas, en la misma tesitura que lo haría una mujer africana dócil a las
maniobras del brujo de la tribu.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 14pt;">¿ Por qué la Seguridad
Social no ofrece en España las mismas condiciones que se ofrecen en
Europa ? ¿ por qué la única forma de parir naturalmente es renunciando a
las prestaciones de la Seguridad Social y costearse los gastos del parto, lo
que no todas pueden hacer ? ¿ por qué la Seguridad Social Española ofrece
únicamente partos intervenidos medicamentosa o quirúrgicamente ? ¿ es que
las españolas no son capaces de parir como las europeas ? ¿ o es que no somos europeas ?.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> <u><o:p></o:p></u></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">
Consuelo Ruiz Velez-Frias<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">
Pionera en la Preparación Psicoprofilactica<o:p></o:p></span></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-2848508335769589442012-02-13T20:46:00.001+01:002012-02-13T20:47:47.216+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR">EMBARAZO
Y PARTO GEMELAR</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> Son
muchísimas más las cosas que ignoro que las que sé y, entre ellas está saber
porque se produce el embarazo gemelar, de él que sé el “como”, pero no el “por
qué”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Se distinguen dos clases de embarazo
gemelar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">univitelino </i>es el que se
origina a partir de un solo óvulo fecundado que no sé por qué, ni he encontrado
a nadie que lo sepa, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cigoto</i> se
duplica y da lugar a dos embriones y a dos fetos, muy parecidos, aunque no
exactamente iguales, y los dos del mismo sexo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En cambio, el embarazo gemelar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bivitelino</i> procede de dos óvulos
que, se
desprenden, excepcional y
contemporáneamente, del ovario, cuando lo corriente, lo normal, suele ser que se desprendan, uno a uno,al finalizar la fase foliculínica, de la mujer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En el primer caso hay un solo saco
amniótico y, a veces una sola placenta con dos cordones o un cordón bifurcado
y, más raramente, dos placentas pegadas una a otra, pero en el segundo caso, de
dos óvulos se forman dos cigotos, dos embriones y dos fetos, que suelen ser tan
diferentes uno de otro, como entre los
demás hermanos y pueden ser de un mismo sexo o también de sexo diferente. Son
como dos embarazos contenidos en el mismo útero y, por supuesto, todas las
cosas buenas o malas del embarazo pueden serlo por partida doble y la
embarazada haría bien en prepararse especialmente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En general, un embarazo gemelar se
suele acoger con alegría, sobre todo si es el primero, aunque no sé si está
clasificado como de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">alto riesgo</i> o no,
ni en qué se basaría el supuesto riesgo.
Mi opinión personal es que el mayor o menor riesgo del embarazo, como de
cualquier actividad, depende del talante con que se acoja y de las condiciones
en que tal actividad se lleve a cabo. Hay un viejo refrán que asegura que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“las cosas son del color del cristal con que
se mira”</i>, con el que estoy completamente de acuerdo. Para una mujer sana,
con la vida resuelta y enamorada de su pareja, la perspectiva de tener un hijo
es fácil que le resulte halagüeña y si en vez de ser uno son dos, la felicidad
será doble, pero una mujer sola, enferma, teniendo que ganarse la vida
penosamente, el embarazo es muy posible que sea una complicación desagradable,
por lo menos, de momento, porque nunca se sabe lo que nos puede ocurrir y ahora
recuerdo una anécdota que no me resisto a contar.</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Exactamente en el mes de julio de 1950,
el Ayuntamiento de Madrid creó, mediante una oposición libre, que fue reñidísima, el Cuerpo de Matronas
de la Beneficencia Municipal, al que tuve la suerte de pertenecer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Al poco tiempo, el Ayuntamiento,
instaló, en un precioso chalet en la calle de Montesa, esquina a Don Ramón de
la Cruz, que había sido una Clínica Ginecológica de lujo, dirigida por el
célebre doctor Vital Aza al final de los años 20, con el nombre de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Equipo Quirúrgico y Tocoginecológico de
Urgencia, número 1”</i>. Al piso bajo se trasladó el conocidísimo Equipo
Quirúrgico Municipal de Urgencia de Madrid, al que se le había quedado pequeño
el local que ocupaba en la céntrica calle de la Ternera y, el piso superior fue
dedicado a Maternidad de Urgencia, que fue la última maternidad que se cerró en
Madrid cuando el parto se convirtió en enfermedad y se ordenó que fuera
asistido en hospitales genéricos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En esa Maternidad recibí, en una
ocasión, a una parturiente, muy preocupada porque la habían informado de que el
suyo era un embarazo gemelar. Era una de
los miles de emigrantes, procedentes de Andalucía y Extremadura que, buscando
mejores condiciones de trabajo y de vida,
invadieron las ciudades de Madrid,
Barcelona y Bilbao, por aquella
época.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Me costó trabajo hallarlos, pero,
después de un buen rato auscultando el abdomen
de aquella mujer, pude encontrar tres focos fetales diferentes y cuando
ella, con cara de pena, me preguntó si, efectivamente, eran dos, yo respondí que no me parecían dos,
sino tres. “Por favor, señorita, no me
asuste, que ni mi marido ni yo hemos encontrado trabajo y no tenemos todavía ni
casa donde vivir.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Ese fue el único parto de trillizos que
asistí, en toda mi vida. Nacieron dos chicas y un chico, los tres pesaban más
de dos kilos, no necesitaron ayuda para
respirar, parecían sanos y viables y su
nacimiento fue una gran suerte porque escribimos varias cartas comunicándolo y
pidiendo ayuda y la familia consiguió una vivienda y un trabajo fijo para el
padre, amén de ropa, una lavadora, leche y papilla gratis para los bebés,
durante tres años y la ayuda diaria de una asistenta pagada por la Junta
Municipal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Total que, el parto de trillizos sirvió para mejorar la
situación de los padres. Si se considera al hijo como un don, como algo
positivo, el embarazo gemelar debe ser motivo de alegría, sobre todo si se
conoce de antemano, la manera de tratar, tanto el embarazo, como el parto
gemelares.</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> El nuevo ser se forma y se nutre con
los materiales que obtiene de la sangre materna, al ser dos los que se forman,
lógicamente, se necesitará doble cantidad de materiales que deberán ser
incluidos en la dieta de la embarazada, pero ello no supone que tenga que comer
más cantidad, sino que tiene que eliminar de su dieta los alimentos inútiles o
no necesarios para la formación y desarrollo de los fetos, ingiriendo los
imprescindibles, sin los cuales los bebés no se desarrollaran como es debido</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Hay que tener muy en cuenta que el
embarazo es un trabajo intenso y desacostumbrado que, en el caso de ser
gemelar, se duplica y como el aparato digestivo de la embarazada no puede
duplicarse, hay que ayudarle, haciendo mayor número de comidas, menos copiosas
y de fácil digestión.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> El mayor inconveniente del embarazo gemelar
es el volumen y el peso excesivo del útero que dificulta la circulación
sanguínea del bajo vientre e incide, a veces sobre las ramas del nervio
ciático, provocando edemas en el primer caso y dolor en el segundo. Es
aconsejable llevar una faja que no apriete, pero que sujete el peso del útero
hacia arriba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Todas las recomendaciones relativas a
un embarazo normal, son válidas en uno gemelar y, además, hay que evitar el cansancio, dentro de lo
posible, respirar aire puro y gozar de más horas de sueño, durante el cual, el
organismo se recupera y esperar el parto con optimismo y confianza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Hubo un tiempo en que un embarazo gemelar era síntoma de mal agüero y motivo de burla y escarnio. Las gentes se
escandalizaban y se asustaban de los partos gemelares, Cuenta la leyenda que la
madre de Rómulo y Remo, los fundadores legendarios de Roma, cuando vió que
había parido gemelos, huyó despavorida, abandonando a los recién nacidos,
quienes salvaron su vida gracias a que los encontró una loba que los amamantó.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Afortunadamente, los tiempos han
cambiado y el nacimiento de gemelos ya ni le pilla desprevenida a ninguna
embarazada, sino que en tal caso, se refuerzan los cuidados que se suelen prestar hoy día a todos los embarazos. Lo normal, lo corriente, es tener los hijos
uno a uno, seguramente con la intención de que la mamá tenga tiempo y ocasión
de prodigar al recién nacido todos los cuidados que un ser tan frágil, tan
desvalido necesita. El bebé humano es de todos los mamíferos es que más </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">cuidados necesita porque cuando nace no puede
valerse a sí mismo, para nada, ni siquiera sabe encontrar la teta, como los
demás mamíferos.</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR">VENTAJAS
E INCONVENIENTES DEL PARTO GEMELAR</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Después de nacido el primer gemelo, que
suele ser de mayor tamaño que el
segundo, el cérvix no se cierra, sino que permanece abierto, esperando a que el
que viene detrás se coloque en la posición adecuada para poder nacer, de tal
forma, que el segundo se encuentra ya la puerta abierta y, además dispone de
más espacio para ejecutar los movimientos precisos para poder nacer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En los partos gemelares, el
acortamiento, borrado y dilatación del cérvix se efectúa una sola vez y supone
una gran ventaja que no sea necesario repetir la fase más larga, más difícil y
más penosa del parto. Hay una gran diferencia entre el parto del primer y el
segundo feto. Yo he observado que
siempre el primero es mayor. Seguramente
le cuesta más colocarse para salir porque su hermano dispone de parte del
espacio uterino, pero, una vez nacido, el parto del segundo es mucho más fácil
porque suele ser más pequeño. Yo he contrastado que, a veces, la parturiente ni
siquiera se da cuenta del nacimiento de segundo gemelo, no tiene la sensación
de que ha parido dos fetos, pues una vez acabado el parto algunas mamás aseguraban
que al segundo gemelo no le habían sentido nacer. Desde ñuego, el parto del
segundo es siempre mucho, más fácil, acaso porque la mamá está entretenida con
el que ya ha nacido y se impacienta menos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> El mayor inconveniente del parto
gemelar es que el número de partos prematuros suele ser más frecuente que en
embarazos normales. La mejor forma de
evitarlos es cuidar esmeradamente el embarazo, a ser posible no llevar a cabo
trabajo alguno, dedicarse a alimentarse bien, a reposar, distraerse,
concienciarse del enorme trabajo que su organismo está realizando, a evitar que
éste se canse de la tarea que le ha caído encima y la dé por acabada, poniendo
en el mundo un par de fetos inmaduros, cuya crianza será mucho más complicada
que la de fetos a término por eso hay que abstenerse de todo lo que pueda
suponer esfuerzo o trabajo desacostumbrado. Un embarazo gemelar debe
transcurrir llevando una vida organizada, quizá aburrida, por una rígida
disciplina con horario fijo para la comida, para el descanso, con todas las
actividades reguladas dentro de unos límites establecidos, sin permitirse el
menor exceso que pueda provocar el temido e indeseable parto prematuro. Están
contraindicados los </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">viajes, las
mudanzas, los deportes violentos, las comilonas, las juergas, todo lo que se
salga de una existencia monótona, medida, igual.</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Criar dos bebés a la vez siempre es más
complicado que hacerlo con uno solo, pero también es más divertido. Son dos
bebés de la misma edad, con las mismas necesidades, pero son dos personas diferentes
y es muy agradable observar sus diferencias. Hay que tratar de resolver los
problemas que puedan presentarse, sin agravarlos. Por ejemplo, hay que confiar en que una mujer
sana y bien nutrida, siempre es capaz de amamantar dos bebés, son innumerables
los casos en que así lo hicieron. La producción de leche está condicionada al
consumo que se haga de la misma. Una
mujer que amamante dos bebés, tendrá leche suficiente para los dos, a condición
de que se alimente bien y beba suficiente líquido, porque la leche de mujer
tiene una gran proporción de agua y
lleve una vida tranquila y reposada. El moderno ajetreo de la vida en las
grandes ciudades, puede incidir
negativamente, en la lactancia y la mamá de gemelos debe reflexionar que lo más
importante de toda su actividad es criar hijos sanos, resistentes, robustos y
que el mejor método para lograrlo es la lactancia materna, así como el cuidado
directo, minucioso e insustituible de la madre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Desde luego, es difícil criar gemelos,
pero no imposible, es cuestión de organizar, de confeccionar un programa diario
de actividades y atenerse a él, de acostumbrar a los gemelos, desde el primer
día, a un orden, a una disciplina, así
el tiempo pasará más rápido, en tanto que la mamá disfrutará de las
gracias de los bebés por partida doble.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Un buen consejo es pensar que los
hermanos gemelos, se suelen querer más que los otros, que primero se imitan y
luego se ayudan y se enseñan uno a otro y que esa comunicación, ese amor más
que fraterno, les durará toda la vida. La madre de gemelos puede estar
tranquila de que cada uno de ellos será un apoyo incondiciomal para el otro y
esto puede servir de pago, de recompensa de un embarazo, un parto y una
lactancia, hasta cierto punto, más
trabajosos, pero henchidos de satisfacciones y con un resultado final feliz y
deseable.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR">CONSUELO
RUIZ VÉLEZ FRÍAS</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="FR">1914 -
2005</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-42809806915388742302011-11-04T22:34:00.001+01:002011-11-04T22:34:36.334+01:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="FR" style="font-size: 17pt;">EL
PARTO NO ES UNA ENFERMEDAD <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Ni tampoco es un misterio, algo
mágico y misterioso que ocurre por<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">sorpresa, sin que
se sepa cuándo, cómo y por qué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> El parto es, simplemente, la etapa
final del largo y complicado proceso de <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">la reproducción
vivípara, la cual es una función fisiológica más del organismo,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR">tan normal como las
otras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Hoy se sabe, a ciencia cierta , que
el parto no es autónomo, sino que depende de un largo proceso y se realiza bajo unas determinadas
condiciones, perfectamente conocidas, que lo preceden y que la particularidad
de que el parto, a pesar de ser la etapa
más breve y más fácil de todo el proceso,
sea doloroso, se debe a un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> reflejo condicionado </b>negativo de la zona cortical del cerebro,
que ha fabricado una vía nerviosa espúrea, provisional, que origina el dolor y
como consecuencia lógica, la resistencia y la defensa, consciente o no, contra
la causa que lo provoca, el fisiológico mecanismo del parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> En
tiempos primitivos, el parto debió ser algo sorprendente e inexplicable<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">para las gentes y los brujos de la tribu que,
sin los conocimientos anatómicos y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">fisiológicos de la actualidad, no tuvieron más
remedio que clasificar el parto entre los acontecimientos sobrenaturales,
mágicos, en manos de dioses y diosas de muy diversa índole.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> La
explicación de que el parto evolucione de forma diferente, incluso en la<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">misma mujer, seguramente se achacó a la buena
o mala intención del dios o de la<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">diosa que interviniera en el parto y según su
caracter, benéfico o maléfico, el parto sería fácil o difícil, doloroso o no. Supongo que el brujo de la tribu y más
tarde, la sacerdotisa del templo, no dejarían de informar a las gentes
interesadas, de los ritos, ceremonias,
votos y donativos necesarios
para asegurarse la benevolencia y la protección del dios o de la diosa que se
ocupara del parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">Desde la
prehistoria hasta nuestros días el parto ha estado y está rodeado de un cúmulo
de supersticiones, más o menos
pintorescas, generalmente aceptadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> La
creencia de que el embarazo y el parto son enfermedades, no deja de ser una
superstición moderna, ¡ojalá la última superstición relativa al parto!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> Las
embarazadas van ahora al ginecólogo y al hospital con la misma fe, con la misma
confianza, y con igual ignorancia de las
funciones normales que ejecuta su organismo espontáneamente con las que,
antiguamente, iban las mujeres a los
templos paganos, pues lo corriente es
que cualquier mujer que sabe cómo funcionan sus electrodomésticos y que sepa manejar el automóvil, el ordenador
y otras máquinas, no tenga la menor idea de cómo funciona su cuerpo ni de en
qué consiste el parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">La
ignorancia y el miedo hacen que la embarazada acepte como normas inmutables
viejas supersticiones y acaso el goteo, el monitor,
la episiotomía, la epidural,
etc. tomen a sus ojos el papel de los antiguos talismanes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">En 1976, un equipo
de médicos, capitaneados por el doctor Abelardo Caballero Gordo, decidieron
apoderarse del parto, modificándolo a su gusto, incluso publicaron un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Cursillo de Actualización Obstétrica para
matronas” </i>, donde se recogía el cambio que habían decidido dar a la
asistencia al parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> En dicha publicación no se cita,
para nada, que hasta esa fecha, el parto
se había venido considerando como una función fisiológica normal, que casi
siempre solía evolucionar de forma espontánea y sólo en algunos casos, obligaba
a intervenir al médico o al cirujano y a trasladar a la parturiente a una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maternidad, </i> clínicas especiales donde se atendían los partos que presentaban
algún problema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Tanto el curso, como el libro que lo
resumía, presentaban la novedad de considerar el embarazo y el parto como
sendas enfermedades, poniendo de relieve casos y conceptos que de ninguna
manera son comunes a todos los partos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="FR">En el tema 1, al principio del libro, se
recuerda que la asistencia al parto había sido siempre, y conforme se recomendaba, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pasiva
y vigilante</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">La inmensa mayoría de los partos se asistían a
domicilio, por comadronas porque no presentaban
ningún problema, sino que cursaban como una función fisiológica más, al
parto no se le daba más importancia y categoría que a la digestión, las mujeres parían varias veces en su vida y
su única preocupación era que el parto dolía,
pero como ese dolor se creía que
era debido al castigo impuesto a todas las mujeres por haber desobedecido Eva a
los mandatos de su creador, las mujeres lo aceptaban, sabiendo que era
pasajero, que no conllevaba secuelas, ni peligro de muerte de la madre y mucho
menos del feto que no había participado en el pecado de Eva y, por lo tanto,
estaba exento de castigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Lo mismo las comadronas que las
mujeres, aceptaban el parto con optimismo pues, mientras que se demostrara lo
contrario, el parto era una función normal, que se podía verificar en casa,
como el resto de las demás y valía la pena
encarar con optimismo, ya que el
final del parto, la obtención de algo tan precioso como un bebé, siempre era un
final feliz y ese final era lo más importante del parto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR"><o:p> </o:p></span>Los
doctores que organizaron el cursillo estaban convencidos de que “la obstetricia
de hoy, dista mucho de la de ayer, como consecuencia del mejor conocimiento de
la fisiopatología de la gestación, parto y puerperio, del progreso de la farmacología
de la dinámica uterina, así como de la analgesia en el parto y la introducción
de técnicas nuevas de extracción (vacuum extractor, espátula de Thierry, etc.)
una actitud más activa que la vigilancia, la intervención médica y quirúrgica
en el parto. Es decir, que en la actualidad ya no se tiene en cuenta la
presunción de normalidad en el parto, sino que se le aplican los remedios que
antes se usaban, sólo en los casos en que un problema los hiciera necesarios.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR"> Pero parece ser, que las personas
más directamente afectadas por el parto, las mujeres que son las que tienen que
parir, no están todas de acuerdo con el papel que en el parto se les ha asignado, simplemente
el de materia, sobre la que el médico dirige, fabrica, el parto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">El
médico sabe qué drogas emplear, qué maniobras ejecutar, qué interveciones quirúrgicas
llevar a cabo, la mujer está en sus manos como una masa de carne, sin
inteligencia ni voluntad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR">La
Comadrona ya no tiene un papel decisivo en el parto, no hay ni siquiera
escuela, profesión y colegio, especial de comadrona, que, con la forma moderna
de asistir partos, ya no son necesarias.
Una enfermera basta para llevar a cabo las órdenes del médico y una profesional
dedicada, exclusivamente a asistir partos normales, dejándolos evolucionar
naturalmente, no tiene razón de ser cuando el parto se dirige, se abrevia y se
termina por medios artificiales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="FR"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-41372849794024531902011-11-04T16:24:00.001+01:002011-11-04T22:32:51.859+01:00<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -85.1pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">EL PARTO DE NALGAS</span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -85.1pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Hace muchos años,
aprendí que en los partos de nalgas, por fortuna sólo el 3% de todos, la cabeza
última no salía sola, sino que había que recurrir a la clásica maniobra de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mauriceau, </i>así lo hice en los pocos
partos podálicos que asistí, hasta que por mi manía de estudiar cómo hacerlo
todo mejor, hallé que había otra maniobra, más moderna y menos traumatizante
para el feto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">En el reciente “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Congreso Internacional de Parto en Casa”, </i>celebrado
en Jerez de la Frontera, las colegas holandesas presentaron el video de un
parto en casa en el cual el feto salía solo, sin maniobra alguna, yo me hubiera
quedado con la duda si una buena amiga que había convivido conmigo, durante los
últimos cinco años, no hubiera regresado, a Madrid para acabar de arreglar sus
papeles y residir, definitivamente en otro país europeo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Volvía con un hermoso
niño, de veinte días, en brazos. Como ni ella ni yo sabíamos que estaba
embarazada, cuando se marchó, lo
natural era hablar
del parto que había sido en Bruselas
y me contó lo que yo sabía, que en toda Europa, las mujeres son completamente
libres de parir donde quieran y asistidas por quién ellas deseen y que la Seguridad Social se
hace cargo de los gastos que el parto origine, pero España es el único país de Europa donde las
embarazadas tienen que someterse, forzosamente y en todos los casos, al parto
artificial hospitalario o renunciar a la Asistencia Social, sufragando, a
sus expensas, la
asistencia privada al parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Mi amiga guardaba muy
mal recuerdo de su último parto, en España y la idea devolver a ir al hospital
la horrorizaba y, por eso, decidió pasar en su casa el período de dilatación y
acudir al hospital, o llamar a una matrona, en el último momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Me aseguró que <u>no le
había dolido</u>, pero sintió las contracciones, naturalmente, que eran
soportables y que hubiera sido una exageración llamarlas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“dolores”.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Dijo que, durante la
dilatación, había respirado como enseño a hacer a las embarazadas a las que
preparo, que se efectuó en unas cinco horas y que, cuando el niño empezó a
salir, en presentación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nalgas
completas</i>, lo hacía de forma tan suave fácil que no creyó oportuno moverse
de casa, ni llamar a nadie porque el niño completó su salida sin ni siquiera
desgarrar la gran cicatriz de la episiotomía del anterior parto cefálico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Yo acostumbro a pensar
mucho las cosas, tengo una insaciable curiosidad que me ha permitido saber
detalles que, muchas veces pasan desapercibidos y antes de asistir el primer
parto, sabía que mi trabajo iba a consistir en conocer, en qué consistía el
parto y por qué dolía, a pesar de
tratarse de una función fisiológica natural y,
considerándolo como tal, aprendí que tenía que someterme, humilde y
pacientemente, a una fuerza natural, que mi papel en el parto no era otro que
estar al lado de la mujer observando que la función transcurría por sus cauces
normales, lo que, en la inmensa mayoría de los partos ocurrió</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">En muchos años de
estudio y de profesión, pude darme cuenta de que el feto a término “sabe”
nacer, de que el mismo instinto que hace que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cigoto</i> se convierta en embrión, en feto y en niño/a, continúa su
tarea, avisando de que el feto está maduro, de que es apto para la vida fuera
del útero y de que quiere salir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">En la asistencia natural
al parto, dejando que éste se presente y evolucione espontáneamente, respetando
sus fases y su dinámica, he podido observar la magnifica y exacta cohesión
entre el hijo y la madre, mientras el organismo materno lleva realiza los
cambios que permitan el parto, el feto lleva a cabo los movimientos precisos
que hagan posible y más fácil su paso por la pelvis materna y por el canal
blando del parto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Me gustaría que se
investigara si, en las presentaciones podálicas, el feto a término ejecuta,
como, hace casi siempre en las cefálicas, el segundo movimiento intraparto,
esto es, la flexión de la cabeza, como ocurrió en el parto de mi amiga, pues su
niño, que pesó más de cuatro kilos, al nacer, no hubiera podido salir con la
cabeza deflexionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Habrá que seguir
estudiando el parto porque no está ya todo dicho sobre esta función, pues
convertir el parto en una enfermedad y tratarlo como tal no resuelve,
eficazmente sus problemas sino que los agudiza porque el parto es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">otra cosa</i> y tiene sus propias leyes y
sus recursos propios y creo que vale la pena seguir estudiándolo. ¡Sería un
gran descubrimiento saber que los niños pueden nacer siempre solos, aunque se
presenten de nalgas!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">CONSUELO RUIZ
VÉLEZ-FRÍAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Matrona Difunta de la
Beneficencia Municipal de Madrid<o:p></o:p></span></div>
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<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Pionera de la
Preparación Psicoprofiláctica del Parto y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Autora del primer libro
publicado, en español, sobre este tema.<o:p></o:p></span></div>
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<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-32189375292764572092011-11-04T16:06:00.002+01:002011-11-04T16:18:27.595+01:00Gracias Doctor<br />
<br />
Distinguido Doctor :<br />
<br />
Ante todo, tenga la caridad de perdonar la osadía de una pobre vieja que ha dedicado su vida a estudiar la forma de mejorar la asistencia al parto, dando a la mujer la consideración y la ayuda que, en tal trance se merece.<br />
No puedo por menos de felicitarle por que haya dejado que el padre interviniera, activamente, en el parto y me ilusiona la idea de que también la madre haya podido intervenir, activa y conscientemente, que se haya esperado con paciencia a que el parto comenzase de una forma sana y natural, que no haya sido inducido, ni acelerado, que la madre haya podido disfrutar de la inmensa dicha de parir un hijo, que a su pobre hermana se le ha negado, igual que hoy día se les niega a muchas mujeres.<br />
Me gustaría que usted me informase sobre cómo se ha efectuado ese parto porque si ha sido un parto natural, sin goteo, sin posiciones forzadas, sin episiotomía, contando con la energía, la salud, el amor, el entusiasmo de una joven mamá, como sustitutos, porque en ese caso yo podría aprovecharlo, con su permiso, para ponerlo de ejemplo a las embarazadas a quienes llevo casi 50 años preparando, psicológicamente para el parto, con el verdadero método psicoprofiláctico que fuí, exprofeso, a aprender a París, hace ya muchos años.<br />
Vuelvo a suplicar perdón por esta carta y espero que cunda su ejemplo, que haya más obstetras que dejen obrar a la Naturaleza, que se enteren, de una vez, que la mejor garantía de un parto sin problemas es tratar el parto como la función fisiológica que es, respetando sus fases y su tiempo, poniéndose a disposición del parto, sin intentar acomodar la función a nuestro deseo.<br />
No soy más que una modesta matrona, pero he estudiado a fondo el mecanismo del parto, así como los verdaderos motivos por los que el dolor se produce y tengo una larga experiencia en mi profesión, no sólo en España, sino en otros países de Europa.<br />
¡Gracias, doctor, por ser como creo que es usted! ¡Ojalá que otros sigan su ejemplo y con ello se aplaque el clamor de las madres contra tanto y tan inhumano intervencionismo en el parto.<br />
<br />
Consuelo Ruiz Vélez-Frías
Matrona difunta de la Beneficencia Municipal de Madrid
Pionera de la Preparación Psicoprofiláctica del Parto<br />
Autora del primer libro, publicado en español, sobre ese temaConsuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-46811002894825624552011-09-18T19:59:00.005+02:002011-11-04T19:33:41.199+01:00Que es lo que quiero, que me propongoQUÉ ES LO QUE YO QUIERO, QUÉ ES LO QUE ME PROPONGO<br />
CONSUELO RUIZ VÉLEZ-FRÍAS.<br />
La comadrona del Parto Sin Dolor<br />
<br />
No tengo más remedio que dar una explicación porque me doy cuenta que estoy bordeando el ridículo con mi actitud y más de uno se preguntará qué pretende una anciana minusválida interviniendo, todo lo activamente que puede, en cuestiones que ya no le atañen.Yo vivo modesta, pero decentemente, de mi pensión de jubilada, después de haber trabajado toda la vida y ningún interés económico me mueve. Acaso, alguien creerá que soy una persona nostálgica del pasado, con un deseo tan absurdo como que el tiempo dé marcha atrás y que abomino del sistema moderno de asistir partos, juzgando inmutable el tradicional.
Nada más lejos de la realidad.<br />
<br />
Mi cuerpo ha envejecido y se ha deteriorado, pero mi espíritu es imperecedero y sigue, como siempre estuvo, proyectado hacia el futuro y con intención de mejorar el presente, pero nunca añorando el pasado.
Estudié la carrera de comadrona no como un medio de ganarme la vida, sino con la premeditada idea de hacerlo mejor, de buscar respuesta a las muchas incógnitas que el parto presentaba, de las cuales la más llamativa y universalmente aceptada, sin explicación convincente, era el fatídico, el inexplicable dolor.
Mi propósito fue participar, con verdadera vocación y afán de investigar en el acontecimiento tan importante y particular del parto, pues para seguir el camino trillado, para ser una comadrona más, no me hubiera valido la pena introducirme en una profesión y en un ambiente que estaba a años luz del mío.<br />
<br />
La verdad es que, desde los albores de la Historia, esta noble función fisiológica ha estado rodeada de tal cúmulo de supersticiones, ignorancia e intereses bastardos y que la mujer, influenciada por tales elementos, perdió el instinto de parir y en adelante ya no estuvo en situación de llevar a cabo una función fisiológica, sin dolor, sin aspavientos y sin ingerencias ajenas a dicha función.
Una mujer sana respira, digiere, su sangre circula, todos sus órganos y sus sistemas cumplen su misión sin necesidad de médico, drogas ni aparatos a los que sólo se recurre en caso de enfermedad.
Pero el parto fue clasificado, primero, como maldición divina y, modernamente, como grave y peligrosa enfermedad sin más elementos de juicio que el parto dolía, sin investigar porqué dolía una sola de las diferentes funciones del organismo y que, de modo extraño, solamente dolía en la última fase, la más breve y fácil, del largo y complicado proceso de de la reproducción vivípara.
No es de extrañar que, en épocas pasadas, este hecho no se haya tenido en cuenta, no haya sido examinado debidamente, porque la mujer estaba considerada como un ser inferior, como una persona de segunda categoría, creada para que el varón se sirviera de ella para sus fines, entre los que se cuenta la supervivencia de la especie.
Hasta hace muy poco tiempo, la mujer estaba supeditada al varón, el padre, el marido o, en su defecto, el hermano, dominaban la vida de la mujer hasta en sus mínimos detalles, como sus representantes legales y ninguna podía disponer, sin su aquiescencia, de su hacienda, de su vida y, mucho menos de su cuerpo. Ante la Ley, la mujer estaba considerada como un niño o como un deficiente mental.
Ahora parece que la mujer es libre, puede votar, puede intervenir en política y desde luego, puede disponer de su casa, de su hacienda y de su cuerpo. Ejerce profesiones y actividades tradicionalmente reservadas a los hombres, pero existe aún una importante restrinción. Aunque ya estamos en el Siglo XXI, la mujer notiene la menor intervención activa, voluntaria y consciente en asunto de tanta importancia como el parto. Tiene que ir al hospital que su ginecólogo designe, el dia y hora que le indiquen, para que allí provoquen, dirijan y realicen su parto los perfectos y anónimos desconocidos a quienes corresponda estar de guardia en ese preciso día. Ella tiene que someterse, sin rechistar, a que la saquen del atolladero, de la terrible enfermedad en que se ha convertido el parto, función de la que no tiene más que unas ligeras nociones que se resumen en saber que se trata de una question de vida o muerte para ella y para su hijo.
No sé hasta qué punto les servirá saber que están en manos de sesudos doctores que disponen de un nutrido arsenal de drogas, aparatos, maniobras e intervenciones quirúrgicas que emplearán, sin regateos, en salvar la vida de ambos. Admito, sin reservas, que quienes inventaron en parto dirigido, esto es, la intervención medicamentosa y quirúrgica de manera sistemática y, a veces innecesaria, lo hicieron con la laudable intención de abreviar el parto, pero indudablemente, tal intervencionismo se justifica por la desconfianza de que la Naturaleza no sepa reaslizar las funciones que le han sido encomendadas, o quizá porque, al tratarse de una función exclusivamente femenina, se esté seguro de que la mujer es inferior en todo, incluso biológicamente.
Dejando a un lado las maniobras y medicamentos intempestivos, verdaderas fábricas de distocias y de sufrimientos innecesarios, el intervencionismo en el parto tiene el grave defecto de que prescinde, en absoluto de la mujer, a quien no se considera como ser racional, capaz de colaborar activa y eficazmente.en su parto, sino como simple materia, sin inteligencia ni voluntad, lo cual no deja de ser una verdadera afrenta, un insulto para la mujer.
¿Qué ocurriría en los partos si en ellos se echara mano de la enorme potencia que reside en la mente y en la voluntad de la parturiente?
Desde luego, en la mente humana existen diferencias individuales, pero de ningún modo están relacionadas con el sexo, a pesar de lo que dijera Schopenhauer porque ha pasado mucho tiempo, desde entonces y la vida de las mujeres ha cambiado. La zapatiesta que se armó entre las escuela obstétrica francesa y la germano/austriaca, sobre si intervenir o no en el parto, tuvo justificación en los Siglos XVII y XVIII, pero las parturientes del XXI son muy diferentes y merecen otro trato.
Qué sucedería si la mujer supiera cómo funciona su máquina de parir, cómo se pone en marcha y qué hay que hacer para que el parto transcurra sin ningún obstáculo y sin dolor?
Seguramente, que las mujeres parirían afrontando el parto con la misma naturalidad y confianza en sí mismas con las que su organismo ejecuta las demás funciones fisiológicas.
Hace bastantes años, en 1955 para ser exactos, publiqué un pequeño librito que se titulaba”El PARTO SIN DOLOR”, que fue el primero publicado en lengua española, sobre este tema.
Iba dirigido a las embarazadas y trataba de enseñarles a parir conscientemente, a que se responsabilizasen de su parto como personas, como seres racionales e inteligentes, a que sustituyeran el instinto animal perdido con el conocimiento de lo que estaba pasando y de su papel en el acontecimiento.
Empecé tal enseñanza entre mi modesta clientela y con las embarazadas que acudían a las consultas gratuitas de la desaparecida Escuela Oficial de Matronas de Santa Cristina y obtuve buenos resultados, pues ningún parto se complicó porque la embarazada supiera en qué consistían el embarazo y el parto y que era ella quién debía hacer lo necesario para llevar, felizmente su embarazo a término, parir con alegría y criar y educar a su hijo con toda satisfacción y sin problemas.
No, yo no quiero que la asistencia obstétrica vuelva atrás, sino que progrese, que utilice la capacidad fisiológica de la parturiente para favorecer y facilitar la fisiología del parto, sin contrariar la naturaleza y normalidad del acto.
No hay ninguna razón válida para que la medicina y lo cirugía intervengan en el parto, del mismo modo que no lo hace en otras funciones semejantes, salvo en caso de enfermedad, es lógico, que el médico se haga cargo de los partos distócicos, pero no lo es que, a fuerza de querer “ayudar” a la mujer en una tarea que puede hacer ella sola, como sola respira o hace la digestión, un parto normal se convierta en distócico.
He dedicado toda mi vida a la quijotesca tarea e infructuosa tarea de tratar de conseguir que se aceptase el hecho, incontrovertible, de que el parto es una función normal del organismo femenino, que no hay por qué tenerle miedo, que se puede, se debe desarrollar, tan fácil, indoloro y personalmente como otras funciones, tanto o más complicadas, que el organismo ejecuta sin que ni siquiera nos demos cuenta de de lo que está pasando dentro de nuestro cuerpo.
Sostengo que habría que educar a la mujer, desde su niñez, con vistas a la maternidad, en todos los sentidos, pues se nace mujer con la probablilidad de tener hijos. Creo que para ese fin, entre otros, existen dos sexos y ya es hora de que la maternidad tenga el alto rango que merece, que sea voluntaria, consciente, enterada y responsable, porque la mujer moderna se merece que sea así.
Una vez que se supiera en qué consiste el parto, sería fácil aceptarlo, tal y como es, sin contrariar su evolución normal, colaborando con la Naturaleza, para que todo transcurra mejor.El papel de la matrona sería entonces, aleccionar debidamente a la mujer y vigilar, asegurarse, durante el parto, de que la mujer era capaz de llevarlo a cabo, de acuerdo con el programa fisiologico.
Ya sé que esto parece una utopía, pero yo he visto parir, con la sonrisa en los labios a mujeres que trajeron al mundo, naturalmente, a bebés que no necesitaron incubadora, que empezaron a respirar y a mamar espontáneamente, criaturitas de ojos brillantes, llenos de curiosidad, de aspecto sereno, confiado, apacible, casi se podría decir niños y niñas contentos de haber nacido así, sin violencia, de madres sensatas que asumieron , en su parto, un papel activo y confiado, a mil años/luz de la actitud pasiva, temerosa y resignada con la que, la mayoría de las mamás, se ponen en manos ajenas para que otros fabriquen su parto, de la forma que a ellos les parezca, sin querer enterarse de nada ni participar en lo que, acaso, debería ser el acontecimiento màs importante de su vida, merecedero de ser ejecutado personalmente.
Durante muchos años he ejercido como matrona y mi trabajo ha consistido, principalmente, en educar a las mujeres, en enseñarlas a parir, en convencerlas de que el parto era cosa suya, de que tenían el derecho y deber de parir sin ayudas, por sí mismas, porque su organismo estaba debidamente preparado para ello y porque el amor que el hijo iba a tener por ella, bien merecía que se lo ganase al parirle de buena gana, voluntaria y gozosamente.
En el parto, mi misión se reducía, de acuerdo con la etimología de la palabra obstretix, estar presente, estar a su lado, de mujer a mujer, de igual a igual, suponiendo que aquella mujer se encontraba ante mí en un trance especialmente femenino, y tenía una inteligencia y una sensibilidad similares a las mías y que, seguramente, se valdría de ellas para salir airosa del empeño, para superar, con éxito, la tarea de parir, criar y educar a su bebé, como consiguió que éste llegase a ser viable, dentro del útero.
Tengo la ilusión de que la obstetricia del futuro no desperdiciará la colaboración activa de la mujer y que ésta podrá vivir, intensa y plácidamente todos los aspectos de la maternidad, en especial, el parto, en el cual, la carga psíquica y emocional del momento, sobrepase y anule las eventuales molestias, sobre todo, si la mujer está segura de que su hijo nacerá solo y a su debido tiempo, sin necesidad de tener que recurrir a elementos ajenos a la fisiología humana por medio de unas fuerzas naturales e inmutables que llevan cumpliendo su cometido millones de años.
Estoy convencida de que la forma de parir actual, en la que la máquina , las drogas y el ginecólogo se reparten el protagonismo, pasará pronto de moda y de que monitores, goteos, maniobras e intervenciones irán a hacer compañía a polisones, a faralaes y a corsés.
En el futuro es muy probable que unos se cansen de jugar a supersabios, a ser semidioses, enmendadores de la vida natural y otras decidan no seguir comportandose como si fueran ovejitas, fáciles de confundir con cobayas y ratones y que, tal y como conquistaron su derecho al voto, a ir a la Universidad, a ser ministras y a tantos otros derechos de los que las mujeres modernas disfrutamos, las féminas futuras conquisten, sin protocolos, sin condiciones, su derecho a parir.
No añoro el pasado, sino que sueño con un futuro que yo ya no veré porque he nacido demasiado pronto, exactamente en un año nefasto, 1914, el año de la Gran Guerra y, a pesar de ser mujer, ser pobre y una humilde comadrona, llevo muchos años, como una precursora, predicando en un desierto la buena nueva de una sociedad futura donde a la mujer le sean reconocidas, sin regateos, todas sus prerrogativas, incluso la exclusivamente femenina de disponer de su cuerpo para poder parir dónde quiera, cómo quiera y con quién quiera, una sociedad donde no se la considere como una dismínuida mental a quién se puede, impunemente, engañar y mentir para que no sepa cómo son, en realidad, las cosas.que más debieran interesarle.
Mujeres ignorantes, tan fáciles de embaucar, como lo es distraer la atención de un bebé agitando un sonajero, que otra cosa no son algunas formas “modernas” de parir, sino verdaderos sonajeros ¡Basta de tratar a las mujeres como si fuéramos bebés! La mujer actual debe ser considerada como un ser humano adulto y normal y es de esperar que algún día pueda asumir y asuma todas las responsabilidades que le correspondan, incluidas las del parto, cuidado y educación de sus hijos.
Quizá me he excedido en mis atribuciones, quizá no hubiera debido intentar mejorar el parto, quizá, por ser mujer, hubiera debido dejar las cosas tal y como estaban, como las habían organizado los hombres, pero no pude resistir la tentación de hacer algo que me parecía justo, de poner a la mujer en el puesto que debería estar, en el de compañera del hombre, no sometida a él, de ninguna manera, ni en ningún caso.
No sé si he hecho bien o mal, defendiendo los derechos inalienables, propios, de la mujer y de su hijo, con uñas y dientes, como si me estuviera defendiendo a mí misma, y su hijo, como si todos los recién nacidos que pasaron por mis manos, hubieran sido hijos míos o como si hubiera sido yo la que tenía que parir, los defendía de la mejor manera que pude y hasta donde me lo consintieron sin reparar en sacrificios e injusticias, poniendo, como vulgarmente se dice, toda la carne en el asador.
¿Qué es lo que he conseguido? Según cómo se mire, poco o mucho. Por una parte, un puñadito de mujeres contentas y orgullosas de haber parido naturalmente y de haber conseguido unos hijos diferentes, unos bebés sonrientes, sanos, alegres, que donde quiera que vayan, llaman la atención, motivo de satisfacción para todo el mundo. Confieso que no son numerosas, sino pocas, una gota de agua en el mar
.
Pero, por otra parte, me voy a morir, llena de achaques y más pobre que una rata, pero con la conciencia tranquila de haber cumplido con mis deberes de mujer con mis semejantes, con la sensación de no haber gastado en vano mi aperreada vida, de haberla empleado en lo que me pareció justo y razonable.
CONSUELO RUIZ VÉLEZ-FRÍAS.Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-66536439877004834052011-09-18T19:07:00.001+02:002011-09-18T19:16:14.816+02:00Cara y Cruz de la anestesia epidural<!--[if gte mso 9]><xml> <o:documentproperties> <o:revision>0</o:Revision> <o:totaltime>0</o:TotalTime> <o:pages>1</o:Pages> <o:words>1714</o:Words> <o:characters>9427</o:Characters> <o:company>Juzgado</o:Company> <o:lines>78</o:Lines> <o:paragraphs>22</o:Paragraphs> <o:characterswithspaces>11119</o:CharactersWithSpaces> <o:version>14.0</o:Version> </o:DocumentProperties> <o:officedocumentsettings> <o:pixelsperinch>96</o:PixelsPerInch> <o:targetscreensize>800x600</o:TargetScreenSize> </o:OfficeDocumentSettings> </xml><![endif]--> <!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:trackmoves/> <w:trackformatting/> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> 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style="font-size:17.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR" style="font-size: 17.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt"><span style="mso-tab-count:1"> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR" style="font-size: 17.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt"><span style="mso-tab-count:1"> </span></span><span lang="FR">Indudablemente, en el último cambio de milenio, la Humanidad parece inclinarse, decididamente, por el hedonismo, pues el mayor deseo de las<span style="mso-spacerun:yes"> </span>gentes<span style="mso-spacerun:yes"> </span>es ricos y pobres, sabios e ignorantes, es <i style="mso-bidi-font-style: normal">”pasarlo bien”</i>, todo lo contrario de lo que ocurrió en el primer cambio de<span style="mso-spacerun:yes"> </span>milenio, cuando nutridas procesiones de disciplinantes recorrían las calles de pueblos y ciudades, haciendo penitencia de sus pecados, antela inminencia del profetizado fin del Mundo, temiendo ir a parar al infierno.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 23px; "> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Al principio del año 2000, todo el mundo piensa en vivir lo mejor posible y en gozar de la vida, alegremente sin más cortapisa que, en función de la conciencia de cada uno, de que el goce disfrutado no perjudique a otro semejante, aunque la verdad es que no todos los seres vivos son considerados como semejantes y los que no lo son, los “inferiores”, por cualquier causa, no suelen ser dignos de tener en cuenta, sobre todo aquellos que<span style="mso-spacerun:yes"> </span>menos que se puedan defender.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">El deseo de disfrutar va aparejado con el de suprimir o evitar el dolor, deseo natural y comprensible, sobre todo, si el dolor es evitable e innecesario, como ocurre con el dolor de parto. Cualesquiera que sean las causas de dolor, librarse del mismo es lógico, pero el remedio que al que se recurre, no es siempre el mismo, sino que varía según el dolor de que se trate, aunque, el cualquier caso, el agente que lo produce es el cerebro. El dolor es una llamada de atención para que se corrija, algo que no funciona o que funciona mal, en el organismo.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">Ante cualquier clase de dolor, el facultativo investiga, cuidadosamente, cuál es la causa que lo produce, en qué parte<span style="mso-spacerun:yes"> </span>del organismo existe la disfunción que el cerebro nos insta a subsanar.<span style="mso-spacerun:yes"> </span></span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">Valiéndose de sus conocimientos profesionales<span style="mso-spacerun:yes"> </span>y de los auxilios que la ciencia actual ofrece, además de los oportunos reconocimientos y toma de constantes,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>el médico recurre a análisis, radiografías, ecografías, biopsias, etc., para descubrir la causa de un determinado dolor. Solamente en caso de enfermedades desconocidas o incurables, se administran, en casos extremos, analgésicos y anestésicos.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">Pero en lo que se refiere al “dolor de parto”, se ha decidido que es un <i style="mso-bidi-font-style:normal">dolor especial, </i>un dolor que se produce “porque si”, pues achacarlo a <i style="mso-bidi-font-style:normal">castigo divino</i>, alegando que lo dice así la Biblia, es un argumento obsoleto que no responde al carácter materialista y semiateo del Mundo moderno.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">Acaso haya influido en la decisión de no investigar, a fondo, sobre los orígenes del dolor en el parto, el hecho de que tal dolor lo sufran sólo las mujeres y que el varón al estar completamente seguro de su inmunidad, investigar por qué duele<span style="mso-spacerun:yes"> </span>el parto debió parecerle una pérdida de tiempo lamentable, teniendo a su alcance medios fulminantes para suprimirlo.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Yo creo que el dolor se desencadena, en el parto, por motivos, principalmente psicológicos, porque existe un <i style="mso-bidi-font-style:normal">reflejo condicionado</i>, debido al cual, la mujer,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>cree, a pie juntillas, que el parto <u>tiene</u> que doler y eso es lo único que sabe de la función normal de reproducción vivípara.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El organismo opone siempre una resistencia al motivo que provoca el dolor, proporcionada a la intensidad del mismo y la resistencia al parto, la defensa, instintiva o voluntaria de la parturiente, magnifica y multiplica el dolor.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Creo que no está de más informar a las embarazadas de en qué consiste la anestesia epidural, de cómo obra, de sus ventajas y de sus inconvenientes, en vista de que la Sanidad Pública ha decidido aplicarla en todos los partos, de forma gratuita y lo único que la embarazada sabe de ella es que se trata de una droga maravillosa, una verdadera panacea que, inyectada en la parte debida, exactamente encima de una de las<span style="mso-spacerun:yes"> </span>tres capas que envuelven la médula espinal, hace desaparecer, por completo, el dolor del parto, sin que la paciente pierda el conocimiento, lo cual es, indudablemente, una gran ventaja, pero como el saber no ocupa lugar, yo me voy a tomar la libertad de informar a las embarazadas sobre la anestesia epidural en el parto, voy a enumerar sus ventajas y sus inconvenientes, como la cara y la cruz de una moneda.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR">CARA.-<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>La mayor ventaja de la anestesia epidural es para la persona o personas que asistan, que realicen, el parto porque pueden disponer del cuerpo de la mujer tan quieta, tan inmóvil, tan insensible, como el trozo de mármol en el que Fidias esculpió la estatua de <i style="mso-bidi-font-style:normal">Zeus Olimpico</i>.<span style="mso-spacerun:yes"> </span>Se acabaron las discusiones entre matronas, monjas, enfermeras y las parturientes que no se resignaban a permanecer horas y horas en decúbito supino y se levantaban de la cama, sin permiso, pues además de que los partos duran ahora mucho menos,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>la anestesia epidural garantiza la perfecta inmovilidad y sumisión de la mujer.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Enseñar a una mujer a parir como deben hacerlo las personas es mucho más complicado y largo que anestesiarla y tiene la agravante de que el resultado es muy inseguro, pues depende de la embarazada, de su comprensión, de su autodisciplina, de su fuerza de voluntad, de su paciencia.<span style="mso-spacerun:yes"> </span>En cambio la epidural no requiere más condición que la presencia de un anestesista, porque es lógico que personas ajenas a dicha profesión no se atrevan a improvisar, pero es de esperar que<span style="mso-spacerun:yes"> </span>se llegue a disponer de suficientes anestesistas que garanticen el empleo correcto del anestésico en todos los partos. La anestesia epidural no pasa al feto, porque va por vía nerviosa y el sistema nervioso fetal es completamente independiente del materno</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR" style="font-size: 17.0pt;mso-bidi-font-size:10.0pt"><span style="mso-tab-count:1"> </span></span><span lang="FR">El anestésico obra poniendo un tope, una barrera, entre el útero y el cerebro, que impide que éste se entere de que el temido trabajo del parto está en marcha, las contracciones uterinas continuan produciéndose, pero el cerebro no lo sabe porque no le llegan, las sensaciones que, antes de la inyección le llegaban.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Supongo que en partos con anestesia epidural se tendrá debidamente asegurada la dinámica uterina, por los medios corrientemente empleados para ello, pero en lo que tengo mis dudas es, si en el período expulsivo, la prensa abdominal estará o no influida por el anestésico. Yo no he asistido, ni presenciado ningún parto con epidural, pero si me practicaron la cesárea con esta clase de anestésico y recuerdo que de cintura para abajo, mi cuerpo. era, no solamente insensible al dolor, sino también incapaz de sentir la menor sensación y de hacer ningún movimiento.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Con la anestesia epidural, la mujer permanece despierta y consciente, puede ver, oir y hablar, no siente dolor ni miedo, es como si no estuviera de parto porque la sensación de estarlo no llega al cerebro, pero es posible que tampoco llegue la falsa sensación de que el recto está<span style="mso-spacerun:yes"> </span>repleto, transmitida al cerebro a través del delgado tabique rectovaginal,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>que es lo que pone el marcha la contracción de los músculos abdominales que tienen un papel importante en la expulsión fetal y me imagino que en este período final del parto, la mujer tendrá que ser ayudada, por lo menos, con la conocida y popular <i style="mso-bidi-font-style: normal">“expresión de Kristeller”.</i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><i style="mso-bidi-font-style: normal"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span></span></i><span lang="FR">El anestésico empleado se elimina espontáneamente, transcurrido un tiempo más o menos largo. según la cantidad de anestésico empleada y no hace falta ninguna recuperación ya que la mujer no llega, en ningún momrnto a perder el conocimiento.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Acaso la anestesia epidural sea el medio<span style="mso-spacerun:yes"> </span>más inofensivo para luchar contra el dolor, sobre todo, contra el dolor de parto que se produce sin que haya enfermedad ni lesión, sino únicamente originado por el <i style="mso-bidi-font-style: normal">reflejo condicionado</i>, la ignorancia, el miedo y la resistencia de la mujer.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>También se puede incluir en el apartado CARA, que la dificultad en la colocación del catéter, posiblemente debida<span style="mso-spacerun:yes"> </span>a que este sistema de anestesia es relativamente moderno y<span style="mso-spacerun:yes"> </span>poco usado, desaparecerá enseguida, pues, debido a la decisión de aplicarla en todos los partos, los anestesistas alcanzarán en breve plazo, una práctica perfecta en su ejecución que hará imposible el más mínimo error.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR">CRUZ.- <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">Dado que el anestésico no pasa al organismo fetal,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>el feto sigue sintiendo el trauma del parto, más o menos agresivo, según la forma en que éste se desarrolle y los medios, más o menos artificiales, que se empleen para terminar el parto. Claro que lo que se persigue con la anestesia epidural es que a la parturiente no le duela y eso se consigue, plenamente, sin peligro para ella. En el feto no se piensa nunca, antes de nacer, es como si no existiera, además no se sabe seguro si la anestesia complica el parto, puede que si y puede que no, ni si en caso de tener que intervenir quirúrgicamente, es peor para el feto que el anestésico no llegue a él, pues<span style="mso-spacerun:yes"> </span>no nos lo va a<span style="mso-spacerun:yes"> </span>poder decir.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">En el caso, bastante frecuente, de que sea necesaria una intervención quirúrgica, el feto la soportará “a lo vivo” porque el anestésico, por via epidural, no le llega y el feto es un ser humano indefenso y sensible.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">La peor cruz de la anestesia epidural es que, como el cerebro de la parturiente no sabe que se está realizando el parto,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>a ella le será muy difícil, casi imposible, colaborar activa y conscientemente en la expulsión y siempre habrá que recurrir a medios artificiales, más o menos traumatizantes.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Dado que el período expulsivo,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>cuando, verdaderamente se ha llegado a él,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>por<span style="mso-spacerun:yes"> </span>darse todas las condiciones que lo califican de tal, no sólo que la dilatación sea completa, sin el mínimo reborde, sino que la presentación sea sinclítica y que no haya desproporción pelvico/cefálica, es, francamente soportable, si no hay una resistencia encarnizada al mismo, por parte de la mujer, acaso valdría la pena sopesar si es, verdaderamente necesario suprimir esos ùltimos<span style="mso-spacerun:yes"> </span>y ya pocos dolores a cambio de acaso, aumentar el sufrimiento fetal y correr el riesgo de tener que intervenir para terminar el parto, quirúrgicamente.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-tab-count:1"> </span>La embarazada tiene derecho a ser considerada como lo que es, una mujer adulta con una mente normal, en su sano juicio, capaz de discernir lo que quiere y lo que no quiere para ella y para su hijo. De igual modo que la maternidad es voluntaria, la forma de parir debería también serlo, previa una verdadera y juiciosa información de lo que es el parto y el papel de la embarazada en él.</span> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">No es razonable que a la mujer moderna se la juzgue apta para desempeñar cargos y puestos de gran responsabilidad y no para parir a su gusto, tarea que llevan a cabo, por sí mismas, todas las hembras vivíparas. Lo normal, lo democrático, lo civilizado, sería explicarle a la mujer lo qué es el parto y las opciones que tiene, </span>actualmente, para parir y dejarla que elija, libremente, la que quiera, sabiendo que la mujer,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>no es una imbécil. ni una disminuida mental y no debe ser tratada como tal. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><span lang="FR">No se puede timar a una mujer contándole sólo parte de cosas en las que está debería<span style="mso-spacerun:yes"> </span>tener el papel de protagonista, hay que decirle, honestamente,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>la verdad y dejadla disponer de su parto como, en la actualidad, puede disponer de su vida,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>sin engaño, ni falsas ilusiones, con<span style="mso-spacerun:yes"> </span>conocimiento y responsabilidad de persona cabal y adulta y enterada.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><span style="mso-spacerun:yes"> </span>CONSUELO RUIZ VÉLEZ FRÍAS<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="FR"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="FR"><span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></span></p> <!--EndFragment-->Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-1929264352792993662011-09-17T23:17:00.000+02:002011-11-04T19:12:40.276+01:00Carta abierta al ginecólogo del siglo XXI<br />
<div class="p2">
<br /></div>
<div class="p1">
Estimado Doctor:</div>
<div class="p2">
<br /></div>
<div class="p1">
Ante todo, disculpe, por favor, la osadía de enviarle esta carta. Soy una anciana hemipléjica y enferma esperando, de un día a otro, la muerte, y no puedo por menos de comunicarle una experiencia mía con el deseo de que haga la prueba que le propongo y de que le resulte positiva.<br />
<br /></div>
<div class="p1">
Hace muchos años, exactamente en 1945, tuve que sacar el título de practicante en medicina para poner inyecciones a mi única hija enferma porque no podía pagar a uno que lo hiciera. Para poder presentarme a examen en la Facultad de Medicina de Madrid, tuve que obtener un certificado de Prácticas de Obstetricia en la antigua Maternidad Provincial de Madrid.<br />
<br /></div>
<div class="p1">
Yo tenía del parto una idea muy diferente porque, cuando iba a nacer mi hermano, mi madre me había explicado el embarazo y el parto de la manera más verídica y sensata que tal cosa se puede explicar. En la niñez, mi hermana y yo nos divertíamos viendo parir a la gata; más tarde, ya a punto de cumplir dieciséis años, vi parir a la madrastra mientras mi padre iba en busca de la comadrona, y tanto la gata como la madrastra parieron sin dar muestras de dolor.<br />
<br /></div>
<div class="p1">
No tuve ocasión de presenciar más partos. Solamente tuve una hija, y su nacimiento fue por intervención cesárea a causa de estenosis pélvica, con lo que me quedé sin saber lo que era realmente un parto. A consecuencia de mi ignorancia, lo que vi y aprendí en la Maternidad me sumió en una gran confusión, y decidí hacerme comadrona para poder estudiar concienzudamente el parto, tratando de descubrir por qué dolía la última fase (únicamente aquella) cuando las demás fases del largo y complicado proceso de la reproducción vivípara son siempre indoloras, y también lo son las demás funciones fisiológicas si se ejecutan por un organismo sano y normal.<br />
<br /></div>
<div class="p1">
Desde 1945 llevo estudiando esta cuestión. Gané, por oposición, una plaza como matrona de la Beneficencia Municipal de Madrid, sin más meta que la de poder estudiar el parto en toda su profundidad. Viajé cuanto pude a Congresos y Cursos con la misma intención, y trabajé como comadrona no sólo en España, aprendiendo siempre algo de cada parto que asistía o presenciaba, comprobando en la práctica lo que leía en los libros.</div>
<div class="p1">
<br />
En 1955 tuve ocasión de asistir a un curso en París sobre "La Psicoprofilaxis del Dolor en el Parto", que daban los doctores Lamaze, Velay y Bourrel.</div>
<div class="p1">
En ese curso se afirmaba que las contracciones uterinas dolían debido a la existencia de un reflejo condicionado negativo que, además del dolor, provoca miedo y resistencia a la función por parte de la mujer.</div>
<div class="p1">
Esta explicación del dolor en el parto me pareció mucho más admisible que la bíblica, y quise comprobar si era verdad. Yo ya había observado, antes del curso, que el talante y la educación de la embarazada tenían una gran influencia en el desarrollo del parto.<br />
<br />
Desde 1955 empecé a practicar una preparación que consiste en enseñar a las embarazadas en qué consiste el embarazo y el parto, y comparándolo con otras funciones fisiológicas para intentar que la mujer lo admita como lo que verdaderamente es, así como instruirlas sobre la parte activa y voluntaria que deben asumir tanto en el embarazo como en el parto,.</div>
<div class="p1">
<br />
Esta preparación fue rechazada argumentando que el descubridor de la formación en el córtex cerebral de reflejos condicionados fue un fisiólogo ruso a quién le fue concedido, por ello, el premio Nóbel en 1904, y que los españoles no querían de los rusos ni el parto sin dolor.</div>
<div class="p1">
<br />
Yo no sé cuales fueron los verdaderos motivos del rechazo, pero sí sé que me costó tener que salir de España porque me expulsaron de todos los puestos de trabajo en los que había sido asumida "a dedo", que eran todos menos el del Ayuntamiento, cuyo sueldo no bastaba para cubrir mis necesidades.<br />
<br /></div>
<div class="p1">
En cuanto pude, regresé a España e intenté volver a trabajar como matrona, sin poderlo conseguir más que en la plaza que tenía por oposición. Pero en los años de exilio había aprendido idiomas, y ello me sirvió para ganarme la vida como secretaria, y seguir preparando embarazadas y asistiendo partos como distracción, sin cobrar nada.</div>
<div class="p1">
<br />
En 1976, en la nueva Maternidad Provincial de Madrid, dotada de todos los adelantos modernos, se celebró un "Cursillo de actualización obstétrica para matronas" en el cual, llena de ilusión, me apresuré a inscribirme y en el que intenté, en vano, hacer razonar a profesores y alumnas de que lo que se intentaba era un disparate en todos los sentidos.</div>
<div class="p1">
<br />
Tan antiguas como el parto son la respiración, la digestión y la circulación de la sangre, y a nadie en su sano juicio se le ocurre "dirigirlas" cuando funcionan normalmente. De lo que la ciencia médica se ocupa es de reconducirlas a la normalidad si ésta está alterada.</div>
<div class="p1">
Durante aquel cursillo me pellizcaba los muslos para cerciorarme de que no era una pesadilla, de que estaba despierta. El doctor Caballero Gordo, a quien había conocido muchos años atrás en la Maternidad de Mesón de Paredes, estaba presentando el "Parto Dirigido en sustitución del parto normal".</div>
<div class="p1">
<br />
Después de aquel curso y hasta la fecha, el "Parto dirigido" se ha impuesto en los hospitales. Yo he seguido y sigo preparando psicológicamente a embarazadas, de las que una exigua minoría se decide a dar a luz en sus casas considerando el parto como una función normal. Pero la mayoría tiene miedo y acaba por ir al hospital, donde el trabajo que hice preparándolas se desploma como un castillo de naipes.<br />
<br />
Quisiera que algún obstetra se atreviera a probar un sistema de asistir partos que me ha dado muy buenos resultados durante muchos años y de los que puedo presentarle testimonios recientes. Consiste en concienciar a la mujer de que el parto es una función fisiológica exenta de peligro, dejar que el parto empiece por sí solo y que se desarrolle a su ritmo, respetando sus fases de descanso entre períodos, sin impaciencia porque termine.</div>
<div class="p1">
<br />
El único artificio que yo empleaba en el parto era el estetoscopio de Pinard, y éste me bastaba para seguir con toda eficacia el desarrollo del parto, sin necesidad de tactos vaginales, muy dolorosos para la mujer y no completamente exentos de peligro.</div>
<div class="p1">
<br />
Aprendí la evolución del parto en buenos y detallados Tratados de Obstetricia. Comprobé que lo que decían era verdad, que en el organismo existe un ritmo, un programa, un proyecto a desarrollar, por una fuerza calculada al milímetro y al segundo, y que no hay más que dejarla actuar, que con cualquier intervención lo único que se consigue es perturbar el</div>
<div class="p1">
ritmo natural de la función. Aprendí que la colocación del feto, imprescindible para su salida, y la dilatación del cérvix, si no se interfiere, suelen ser simultáneas, y el estetoscopio me servía no sólo para controlar el ritmo cardiaco del feto sino también su cambio de posición</div>
<div class="p1">
con respecto al abdomen materno, debido a los movimientos de rotación del feto y al descenso de la presentación a los diversos planos de la pelvis.</div>
<div class="p1">
<br />
Nunca presté atención a las dimensiones de la dilatación cervical; no tienen la importancia que se les suele dar. El verdadero problema en el parto consiste en la adaptación del feto al canal pélvico de la madre, que se suele hacer despacio y felizmente, a menos que la actitud de la parturiente, su miedo, su impaciencia, su falta de confianza en sí misma y en quién la asiste, no desencadene una anormal resistencia que impida el desarrollo de la función.</div>
<div class="p1">
<br />
Nunca tuve necesidad de plantearme si la dilatación estaba completa o no, porque cuando ello ocurre, los signos que lo avisan son tan claros, tan convincentes -entre ellos, la formación del canal blando del parto- que no hay el menor peligro de que la cabeza fetal se desprenda de repente. El parto se efectúa siempre despacio, lenta y suavemente. Tengo la</div>
<div class="p1">
suficiente experiencia como para asegurar que es así.</div>
<div class="p1">
<br />
Quisiera que los obstetras del Siglo XXI probaran a ver si la mujer sana e informada es capaz de parir con la misma tranquilidad y eficacia que ejecuta las demás funciones fisiológicas. Por probar, nada se pierde. No se trata más que de tener paciencia y confianza en que la Naturaleza es capaz de cumplir su cometido sin necesidad de ser reemplazada.<br />
<br />
La mujer del Siglo XXI, a la que tanto se la consiente en otros terrenos, merece que se la deje parir, que se la consienta cumplir una función normal porque la creo verdaderamente capaz de ello. No se trata de volver a tiempos pasados, ya lejanos. Ahora la mujer sabe hacer muchas cosas para las que no se la creía capacitada; en el tiempo actual, la mujer debe saber parir, como sabe hacer la digestión, sin ayudas.</div>
<div class="p1">
<br />
No quisiera haberle ofendido con esta carta. He dedicado mi vida a estudiar el parto. Creo que sé muy bien en qué consiste, y este conocimiento mío no quiero llevármelo a la tumba mientras las mujeres y los fetos sufren una enfermedad artificial, una forma de parir peor de la que la Naturaleza les había preparado.</div>
<div class="p1">
<br />
Consuelo Ruiz Vélez-Frías (España) es Matrona Jubilada de la</div>
<div class="p1">
Beneficencia Municipal.</div>
<div class="p1">
Pionera de la Preparación Psicoprofiláctica del Dolor en el Parto</div>
<div class="p1">
(autora del primer libro publicado en España sobre este tema).</div>
<div class="p1">
Presidenta Honoraria de la ASOCIACIÓN NACER EN CASA</div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-26855928455990168222011-09-17T22:46:00.000+02:002011-11-04T22:39:21.417+01:00Una insólita carta de amor<br />
<div class="p1">
<br />
<div class="p1">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
Concurso de “cartas de amor” para mayores de 60 años. </div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<br />
Querido ... (discípulo obstetra):<br />
<br /></div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No pienso que esta carta llegue a tu poder, tengo una dirección tuya desde hace mucho tiempo y, además me parece que era de un lugar de trabajo y no sé si todavía sigues en él ni siquiera en la misma ciudad.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No sé nada de ti desde el año pasado. Esperaba tu felicitación el día de mi 89º cumpleaños, pero no me llamaste por teléfono y pensé que estabas fuera de España, realizando alguno de tus viajes a sitios lejanísimos, de los que solías traerme algún regalo. En este momento hace frío y llevo puesto el jersey de pescador que me diste hace mucho y que cada vez me está más grande porque aquella buena moza que yo era, cada vez se está quedando más pequeña.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No sé que ha pasado contigo ni por qué me has abandonado...¡te quiero tanto, te sigo queriendo! Aún duermo con el teléfono sobre la almohada para no tardar en cogerlo, en la mesilla de noche, esperando tu llamada, como cuando nos pasábamos horas hablando, hasta que te disculpabas diciendo: “Mañana tengo que madrugar...”</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Te sigo queriendo, con un amor disparatado, romántico, imposible un amor de poeta, como el de los trovadores de la Edad Media a la inasequible dama del castillo.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Me enamoré de tu voz cuando la oí en mi telefonillo del portero eléctrico: Diciéndome: Soy yo, nos conocimos en la reunión del jueves. ¿Puedo subir a hacerte algunas preguntas sobre lo que expusiste.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>- ¡Claro, te contesté, sube! Las preguntas eran sobre tema un científico en el que yo fui pionera y en total no concluí nada, ni logré hacer escuela, estuve y vuelvo a estar ahora, a punto de dejarlo. Tomaste notas de lo que te dije y seguiste viniendo y me llamabas a menudo por teléfono. Te mostrabas tan asiduo que un día te pregunté qué querías de mí y me dijiste que nada, que te gustaba hablar conmigo, simplemente.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿Te acuerdas que, un día que te pedí tu colaboración en mis experimentos me ofreciste tus manos, en sustitución de mi pobre mano inválida? El experimento fue un exito y se repitió más veces. Yo creí que aquello era el principio de una buena colaboración entre profesionales y de una duradera amistad.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Efectivamente, ha durado años, no me acuerdo cuantos, ¡se me han pasado en un soplo! ¡¡Hasta empezamos a decirnos mutuamente que nos queríamos!!</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Y un día, una amiga común me preguntó a qué punto habíamos llegado y si yo</div>
<div class="p1">
estaba enamorada de ti. Yo también empecé a preguntarme qué eras tú para mí que,</div>
<div class="p1">
casi, casi, podía ser tu abuela. Estuve tratando de saber por qué me daba tanta alegría oir tu voz al teléfono, que te contaba mis cosas, hasta las más íntimas, las que no contaba a nadie. ¿ Por qué me confiaba tanto en tí y me parecía tan corto el tiempo que pasábamos juntos? Empecé a preguntarme: ¿Quién es para mí? ¿Que papel representa este hombre en vida?</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Siempre me han parecido ridículos los <i>viejos verdes </i>que no se enteran de que los años pasan y que cada edad es para vivirla de forma diferente y mucho más ridículas me parecen los viejas reteñidas, en manos de cirujanos plásticos, maquilladas y <i>vestidas de pebeta</i>, como cantaba Carlos Gardel, viejas adineradas que se pagan “gigolos”. Me horrorizaba que alguien me tomara por una de tales y quise saber la verdad. Séneca decía que tenía un <i>genio</i>, un ser invisible, a su lado que era su consejero y su mentor.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Yo, para no ser menos que el sabio griego, tengo un angelito con el que consulto mis cosas importantes y a él le pregunté por qué te quiero, por qué has sido tan importante para mí, por qué me siento, tan sola, tan triste, tan vieja, sin ti.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En respuesta del ángel, al menos yo lo interpreté como tal, soñé contigo. Habíamos hecho, pocos días antes, un experimento de los nuestros, en casa de Juan Ignacio y de Manuela, descabezaste un sueño en su casa y yo te estuve contemplado mientras dormías, con el mismo amor que al lado de la cuna una madre ve dormir a su bebé y venciendo la ridícula tentación de besarte en la frente mientras dormías.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Una noche, mi angelito me hizo soñar, contigo, durmiendo vestido, acurrucadito, como te había visto en aquella casa y, poco a poco, te fuiste transformando en un niño rubito, de dorados y ensortijados cabellos, que dormía plácidamente. Yo no salía en el sueño, pero me parecía estar a tu lado.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¡TE QUIERO! </div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Decididamente, no voy a enviarte esta carta. La he escrito para un concurso de</div>
<div class="p1">
“cartas de amor” para mayores de 60 años. Supongo que se refieren a viejos y viejas verdes que babean estúpidos e impotentes ante los jóvenes, queriendo hacer revivir una actividad amorosa ya imposible en sus organismos caducos, un sucedáneo de amor.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Creo que voy a mandar esta carta, aúnque cause risa, este amor que siento por ti es el verdadero amor, sin interés, sin condiciones, sin obtener nada a cambio, un amor tan puro, tan ideal al que ni siquiera ha afectado para nada tu raro, inexplicable abandono, te quiero igual aunque no vuelva a verte ni a oir tu voz.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¡Dios te bendiga!</div>
<div class="p5">
<span class="Apple-tab-span"> </span></div>
<div class="p2">
<br /></div>
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</div>
<div class="p2">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div class="p5">
<br /></div>Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7226408492824850769.post-22679974690396823282004-01-08T22:42:00.000+01:002011-09-17T22:44:06.348+02:00La estricta verdad sobre el parto
<br />
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>LA ESTRICTA VERDAD SOBRE EL PARTO</div>
<div class="p2">
<span class="Apple-tab-span"> </span></div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El parto no es una función independiente, sino la última fase del largo y complicado período de la reproducción vivípara, una función fisiológica normal y organismo humano dispone de los recursos adecuados para llevarla a cabo de forma espontánea, automática y completa.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No hay ninguna razón para que la última fase tenga que ser dolorosa y realizada artificialmente, cuando las otras no lo son y durante milenios, la mujer ha sido capaz de realizarla, espontánea y totalmente. </div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿Por qué se ha decidido intervenir en el parto, cuando no se suele hacerlo nunca en las demás funciones fisiológicas, salvo caso de enfermedad?</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Acaso haya sido el inexplicable dolor que se presenta únicamente en la</div>
<div class="p3">
fase final, en el parto, que se atribuyó a una absurda maldición divina y que modernamente se cree que es provocado por la existencia, en el córtex cerebral de la parturiente de un reflejo condicionado que, debido a la nula o errónea información sobre el parto, lo interpreta como agresión y no como función normal. </div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Con este escrito intento explicar de una manera clara y concreta las fases de la reproducción vivípara que preceden al parto, el cual no es más que la consecuencia de ellas.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El organismo animal no es más que un conjunto de materiales a los que un fluído invisible mantiene cohesionados, dándoles forma, movimiento y vida.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Cada especie animal posee una forma corporal que lo caracteriza, unos miembros y unos órganos, especialmente proporcionados para aquellas funciones que le son propias y el instinto, la inteligencia o ambas cosas, necesarios para realizarlas.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Se sabe que cualquier ser vivo tiene que pasar por por diferentes fases, tiene que formarse y desarrollarse, a partir de una semilla o de un huevo, tiene que nacer, una vez formado, cuando ha alcanzado un nivel de desarrollo y crecimiento que asegure su supervivencia después del nacimiento, tiene que alimentarse, que añadir, continuamente, materiales a su organismo, primero para seguir creciendo y luego para reponer el material consumido viviendo y subsanar los desperfectos que su actividad cotidiana origine en su organismo, el cual nace ya en posesión de la energía suficiente para desarrollar las funciones necesarias para conservar el organismo vivo, sano y activo.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Todas las funciones fisiológicas se realizan espontáneamente y de forma obligada. No podemos, aunque quisieramos dejar de respirar, tenemos, por fuerza que renovar el oxígeno y expulsar el anhídrido carbónico, tenemos que comer y beber, introduciendo en nuestro organismo los materiales que faltar y también tenemos que expulsar lo que sobran y son indeseables. </div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El individuo no es completamente libre, sino hasta un cierto punto. Tenemos que vivir de acuerdo con nuestra naturaleza que es quién nos induce a respirar, a comer, a beber, a dormir, a movernos, a veces, de forma imperiosa.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No sólo se crece, también se merma, igual que el recién nacido va adquiriendo fuerza y habilidad conforme pasan los años, el adulto las va perdiendo, su organismo envejece, se deteriora, enferma y muere.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Para que las especies no desaparezcan, dentro de cada ser existe la capacidad de producir otro ser semejante que lo sustituya, que siga viviendo por él, cuando le llegue la hora de morir. La reproducción vivípara es la garantía de que la vida sigue, de que aquellas cosas que no pudimos hacer, otros las harán por nosotros y eso es un consuelo porque a la mayoría nos va a faltar tiempo u ocasión para hacer todo lo que quisiéramos.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La reproducción vivípara no es la más difícil ni la más larga de todas las funciones fisiológicas ni tampoco la más desconocida; en realidad, todas lo son. Sabemos que el corazón es el órgano que hace circular la sangre por todo nuestro cuerpo, que lo hace por medio de contracciones musculares y la circulación de la sangre es imprescindible para la vida, pero le dejamos que haga su trabajo solo, sin inmiscuirnos en él, salvo en caso de enfermedad, y otro tanto sucede con los demás órganos y funciones.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Tratamos de ayudar al aparato digestivo a que haga su trabajo, elejimos los alimentos idóneos, los preparamos, los masticamos, los ensalivamos y los engullimos tranquilamente, sin miedo, seguros de que nuestro organismo se encargará de digerirlos, sin problemas, como suele suceder en la inmensa mayoría de los casos.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Trabajar no es siempre una cosa agradable, aunque debería serlo y lo sería si se pudiera trabajar en lo que uno ha elegido como profesión, como realización personal pero, el cualquier caso, el trabajo produce cansancio y el cansancio, sueño,</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Hemos repartido la vida entre sueño y vigilia e interpretado el sueño como un descanso, una necesaria recuperación de energía. Por eso, vamos a dormir sin miedo, sin desconfianza, seguros de que dormir nos beneficia, de que dormir es una cosa buena y de que el organismo sabrá realizar esa tarea, de que nos despertaremos reposados y tranquilos. Con ese <i>“¡Hasta mañana!</i> con el que nos despedimos de quienes nos rodean, cuando nos vamos a casa a dormir, </div>
<div class="p1">
expresamos, tranquilamente, la seguridad de que habrá un <i>mañana</i>, de que dormiremos y despertaremos.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>A veces, en vez de dormir, el insomnio nos atormenta y otras, horribles pesadillas nos acongojan y nos hacen vivir tremendas odiseas inexistentes.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Excepcionalmente, un bombardeo, un acto terrorista, un terremoto o un</div>
<div class="p3">
incendio nos hacen despertar despavoridos o, en el peor ya no nos despertamos nunca, pero a pesar de tales probabilidades, nadie tiene miedo de irse a la cama a dormir, confiamos en que, durante esa actividad fisiológica que es el sueño, nuestro organismo sabrá realizarla, sin peligro, sin perjuicio, beneficiosamente.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿Por qué con la reproducción no ocurre lo mismo? ¿Por qué el embarazo es motivo de preocupación y de frecuentes consultas al médico? ¿Es el embarazo más peligroso, más amenazante que la circulación de la sangre, la digestión o el sueño? Lo malo, lo terrible que tiene el embarazo es que se sabe que tiene que terminar en el parto y esta certeza es suficiente para transcurrirlo en una inquietud que agiganta las eventuales molestias. Llevo muchos años tratando y preparando embarazadas y he visto casos verdaderamente ridículos de temores, de falsos presagios, me preguntan qué hay que hacer ante peligros que jamás he visto presentarse en un parto.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>No acierto a convencer a las mujeres de que la reproducción vivípara es una función normal y el embarazo y el parto son fases de la misma.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Si el miedo al parto y las dificultades a las que se enfrenta la maternidad siguen progresando en la misma proporción que lo han hecho de un siglo a otro, veo un porvenir muy negro para la supervivencia de la especie humana un verdadero peligro de ir desapareciendo y ser sustituidos por robots. Contando con lo fácil que es evitar o interrumpir embarazos, se logrará convencer a las mujeres de que tener hijos es una cosa terrible y peligrosa, para la que, en la actualidad cuentan con poquísimas o nulas ayudas.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¡Que lastima, con lo bonitos. deliciosos que son los bebés y los niños! Yo no he visto jamás un bebé feo ¡y cuidado que he visto bebés!</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Por eso, para que los bebés sigan existiendo, voy a intentar, por enésima vez, explicar en qué consiste la reproducción vivípara, como se realiza y el papel que el parto, la última de sus fases, representa en ella.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El ser humano es un animal mamífero más evolucionado que los restantes. No se sabe aún (al menos yo no lo sé) si fue creado así, tal como está o si antes de ser humano fue simio y luego se fue transformando. Pero lo que si sé es que el cuerpo humano es una máquina perfecta, en la que no sobra ni falta nada. Sé, por haberlo leído, estudiado y observado así, que estamos compuestos por innumerables células, cada una de ellas con unas características y una misión concreta.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Destacan, entre ellas, las llamadas <span class="s1"><i>gametos</i></span>, células reproductoras destidadas a crear organismos nuevos, semejantes a aquel que las produce.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La primera fase de la reproducción humana es, naturalmente, la producción de tales células, de <i>gametos</i> de ambos géneros. Son necesarios un gameto femenino, llamado <i>óvulo</i> y otro masculino, el <i>espermatozoo</i> para formar, con la fusión de ambos, una nueva célula, el <i>cigoto</i>, que será la primera célula del nuevo ser y que, aunque parezca mentira, tiene en su organismo microscópico la energía suficiente como para convertirse en un ser humano, un hombre o una mujer, si dispone del material necesario y de las condiciones propicias, por sí sólo, espontánea y automáticamente. Los gametos se forman, sin intervención ajena, en glándulas especiales, pares y destinadas a ello que en la mujer su llaman <i>ovarios </i>y están situadas en ambos lados del <i>útero</i>. No están unidos al útero, pero si comunicados con éste por medio de la <i>trompa de Faloppio</i>, un estrecho y rugoso canal, que termina, cerca del ovario en un ancho pabellón que, durante la ovulación, es decir, la eclosión del óvulo, abraza al ovario, lo recubre, para logar que el óvulo vaya a parar al orificio de la trompa, para su traslado al útero . tanto si está fecundado, como si no, evitando que caiga y se pierda, dentro del peritoneo.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En el feto femenino a término, los ovarios ya están cubiertos externamente de <i>oocitos</i> que, a su debido tiempo, se convertirán en <i>óvulos</i>.</div>
<div class="p1">
Crecerán, madurarán y estarán listos para ser fecundados, cuando la niña llegue a la edad fértil. Entonces y durante todo ese período, la ovulación se producirá cada 28 días, aproximadamente, distribuyéndose la actividad genésica de la mujer en dos períodos llamados <i>fase foliculínica </i>y <i>fase progesterónica</i> que se alternan durante el <i>período fértil</i> de la mujer y cesan al llegar la <i>menopausia</i>, que no es una enfermedad, sino un período de la vida.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En el varón, las glandulas genitales, también pares, están fuera del abdomen, entre el pene y el ano, en una especie de bolsa, llamada <i>escroto </i>y no </div>
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empiezan a producir <i>espermatozoos </i>hasta la pubertad, en cambio, suelen seguir produciéndolos durante mucho tiempo y, como consecuencia, la etapa fértil del varón es más larga. Los <i>espematozoos </i>no crecen y son unas 200 veces más pequeños que el <i>óvulo</i>, pero muy abundantes, para cada óvulo suele haber millones de espermatozoos.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Ambos gametos pasan por un proceso de <i>maduración</i> en el cual pierden la mitad de los cromosomas contenidos en su núcleo, de esta forma, al unirse los dos gametos se forma el <i>cigoto </i>con un solo núcleo en el que están contenidas las dos mitades de cromosomas de los gametos, formando el número normal de cromosomas de la especie.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Si en la fecundación, la primera fase de la reproducción vivípara, todo está todo previsto automáticamente, ¿qué razones hay para sospechar que durante las etapas posteriores, embarazo y parto, no lo esté?</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La fecundación se produce sin que la mujer se dé cuenta, de forma indolora e inocua y la implantación en la <i>mucosa uterina premenstrual</i> del óvulo fecundado, a pesar de ser una verdadera agresión, pues las <i>vellosidades coriales </i>excavan un hueco, en la mucosa, para implantarse en él, la mujer no siente nada. Sólo, en contados casos, tiene náuseas matinales, debidas a que su organismo acoge al óvulo fecundado como un elemento extraño y trata de deshacerse de él. Pero, en mayoría de los casos, sobre todo si el embarazo es deseado, el primer síntoma que la mujer acusa es la ausencia de menstruación y ello ocurre cuando el embrión ya está formado, ya es un organisno diferente al que lo contiene, el principio de otro ser semejante, pero diferente.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Una vez formado el <i>embrión</i>, dentro de él existe energía suficiente para formarse un organismo completísimo y hacerle crecer, utilizando para ello, los materiales que toma de la sangre materna.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En el plazo, relativamente breve de un año lunar (280 días aproximadamente) el cigoto, semejante a una cabecita de alfiler, se convierte en un bebé de tres kilos de peso y 50 centímetros de lontitud (aproximadamente) y lo ha hecho solo, sin intervención ajena, sabiendo qué y cómo hacerlo.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿No merece tal hecho confiar en que tal como ha sabido construirse sabrá nacer, empleando para ello, en el parto, la misma energía y el mismo instinto que empleó en su formación, durante el embarazo? ¿No es mucho más difícil construirse, por sí solo, un ser humano que, simplemente, salir? ¿Cómo puede la </div>
<div class="p1">
Naturaleza ser tan perfecta para lo difícil y no serlo para lo fácil? ¿Por qué es necesario intervenir en el parto y no lo ha sido durante el embarazo? ¿En qué consiste, verdaderamente, el parto para que el organismo femenino no lo pueda ejecutar por sí solo, si está archidemostrado que puede hacerlo?</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El parto es, ni más ni menos que un trabajo muscular que el organismo femenino ejecuta, cuando da por terminada la formación del nuevo ser, cuando ya no tiene objeto la permanencia dentro del útero de un <i>feto a término</i>, de un bebé que ha llegado a un desarrollo corporal y sensorial que le permita respirar, regular su temperatura, alimentarse, desechar detritus y seguir creciendo.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Es muy posible que el parto dé comienzo cuando el organismo materno “sabe” que ya no es necesaria la permanencia del feto a término en él. O ¿es, acaso, el feto quién decide, pensando que ya está listo y que ya puede salir?</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En cualquier caso, el trabajo del parto natural se verifica espontánea e involuntariamente, con la participación del feto y del organismo materno. </div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Pero modernamente, la ”ciencia” se ha hecho cargo de él y lo trata como si fuera una extraña enfermedad que se puede inducir, dirigir y programar a voluntad. Ya no hay que esperar <span class="s1"><i>a que Dios quiera</i></span>, exponiéndose a que el parto se presente en un momento intempestivo, que es como suelen presentarse casi todas las enfermedades: cuando nadie las desea ni las acepta.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Pero la enfermedad parto, puede inducirse o provocarse en el momento en que se crea oportuno y, además se puede “dirigir”, suprimiendo fases, acortando otras, modificando la función, adaptándola al gusto y a las circunstancias.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Para ello se prescinde, en absoluto de la colaboración de la mujer, es como si no existiera tal persona, como si fuera sólo un trozo de carne, pura materia suceptible de ser manejada y transformada en la forma en que se juzgue conveniente, sin necesidad de contar con su anuencia, sin que ella se entere de nada. Sólo sabe que, al final, cuando ya no pueda soportar más los artificiales manejos a que es sometida, le pondrán la <span class="s1"><i>epidural </i></span>y el dolor desaparecerá como por encanto.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Durante milenios, el parto se ha estado verificando de esta manera: En el momento oportuno, el organismo materno decide dar salida al bebé que tiene dentro. Para ello tiene que abrirle paso, que eliminar el principal obstáculo que impide su salida: el <span class="s1"><i>cérvix</i></span> o cuello del útero, un órgano semejante al pene que, a</div>
<div class="p3">
diferencia de éste no es externo, sino que pende de la parte inferior del útero, alojado en la vagina. Tiene un <span class="s1"><i>canal cervical</i></span> semejante a la <span class="s1"><i>uretra masculina </i></span>y por él que entraron los <span class="s1"><i>espermatozoos</i></span> en el aparato genital femenino, pero se comprende que el feto a término, por ese estrecho canal no puede salir y la Naturaleza ha resuelto el problema, millones y millones de veces, haciendo desaparecer el obstáculo en tres fases:</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>1ª.- Reblandecimiento del cérvix, a costa de la separación de las fibras uterinas. Las longitudinales, contráctiles, de disponen a empezar su trabajo en la parte superior o <span class="s1"><i>fondo </i></span>del útero, en tanto que las circulares que únicamente son fibras de sostén y no de trabajo, se situan en la parte inferior del órgano. Este fenómeno se conoce como <span class="s1"><i>formación del segmento inferior.</i></span></div>
<div class="p4">
<i><span class="Apple-tab-span"> </span></i>2ª.- Una vez formado el segmento inferior, las fibras longitudinales del útero empiezan a contraerse, ritmicamente, exactamente igual que las demás fibras musculares de cualquier órgano: Se endurecen, se achatan, se acortan y, como consecuencia, si el músculo está inserto el un hueso, se consigue que el miembro cambie de posición y si el músculo forma una cavidad hace que ésta se reduzca y presione sobre el contenido, obligándole a salir.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El trabajo principal propòsito del trabajo muscular uterino en el parto, consiste en eliminar el cérvix haciéndolo desaparecer y convirtiendo el canal cervical en un pequeñó orificio. Dicho trabajo lo realiza la fibra muscular uterina, <span class="s2"><i>tirando</i></span>, de abajo hacia arriba, del cérvix reblandecido que se va quedando, cada vez más corto, porque sus fibras se insertan en la parte inferior o <span class="s1"><i>suelo</i></span> del útero, también previamente reblandecidas.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Yo les explico a las embarazadas que, en esta fase del parto, el cérvix desaparece, del mismo modo que desaparece el trozo de mantequilla que se unta en el pan, a condición de que el cérvix esté blando y la mujer no haga fuerza en sentido contrario al que lo hace la musculatura uterina.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿Qué pasa con el dolor? ¿Por qué y cuándo aparece? ¿Que importancia tiene el dolor en el parto? ¿Cómo y en qué medida influye en él?</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Paradójicamente, las contracciones uterinas aumentan de intensidad, conforme avanza el parto. Lo lógico sería que dolieran menos, cuanto menor vaya siendo la superficie cervical que tiene que aplastarse y mayor el orificio que tiene que agrandarse y he observado que suele ocurrir todo lo contrario.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>¿Por qué? Las contracciones uterinas son las únicas dolorosas y únicamente duelen en el parto, no en sus <i>pródomos</i>, ni en otras fases de la reproducción vivípara.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En el organismo humano se producen, diariamente, innumerables contracciones. El trabajo fisiológico del organismo se realiza con ellas, la mayoría son involuntarias, no se sienten y las que sentimos, no pasan de ser molestas.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Las razones de que las contracciones uterinas duelan, durante el parto pueden deberse:</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>a) A la existencia del <span class="s1"><i>reflejo condicionado</i></span>, debido al cual, la mujer cree <span class="Apple-tab-span"> </span>que el parto es una enfermedad y que tiene que doler. </div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>b) La resistencia consciente o no, de la parturiente que <span class="s3"><i>empuja</i></span>, de arriba <span class="Apple-tab-span"> </span>a abajo, contrariando la acción de la musculatura uterina que <span class="s3"><i>tira</i></span>, de <span class="Apple-tab-span"> </span>abajo hacia arriba y la consecuencia es que las contracciónes se <span class="Apple-tab-span"> </span>refuerzan, hasta sobrepasar el límite indoloro.<span class="Apple-tab-span"> </span></div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>c) La acidificación del musculo uterino, debida a mala oxigenación de la <span class="Apple-tab-span"> </span>sangre, después de un trabajo excesivo y desacostumbrado, como ocurre </div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>con cualquier otro músculo en el mismo caso, en el que aparece un dolor </div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>llamado <i>agujetas</i>.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La especie humana perdió, al civilizarse, parte de sus instintos y los fue sustituyendo con la inteligencia, la educación, el aprendizaje y el estudio. Gracias a ello, la vida se ha ido haciendo más larga, más cómoda, más agradable. Aprendimos a elegir nuestros alimentos y a prepararlos, a construir viviendas más seguras y cómodas, conforme pasa el tiempo, ayudando a nuestro organismo a conservarse sano y a realizar eficazmente sus funciones fisiológicas</div>
<div class="p4">
en las que, cada vez más se participa conscientemente, con más conocimiento de causa. ¿Por qué no se sigue el mismo criterio en la actividad reproductiva que en las demás funciones fisiológicas? ¿Por qué no se participa en el embarazo y el parto como generalmente se hace en la alimentación, el trabajo y el descanso?</div>
<div class="p3">
¿Por qué ni siquiera se sabe cómo ayudar al parto y lo que, generalmente se hace es defenderse contra él? ¿Por qué en vez de recurrir a la anestesia no se trata de evitar las causas que provocan el dolor?</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>En último término, ¿por qué no soportar, como se hacía antes, un dolor que se sabe que es pasajero y no deja secuelas? ¿Por qué no aceptar el parto tal como es, con todos sus inconvenientes?</div>
<div class="p5">
<span class="Apple-tab-span"> </span></div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span> LOS PRINCIPALES INCONVENIENTES DEL PARTO</div>
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<br /></div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El parto es imprevisible e involuntario. No es cierto que pueda ser provocado a voluntad del ginecólogo. Unas veces fracasa y otras somete a la mujer y al feto a demasiada violencia. Es mucho más aconsejable esperar a que el parto se presente y consentir que lo haga de manera normal, con sus etapas, con sus descansos, empleando el tiempo necesario, sin prisas.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Es un error acostarse en el largo período de dilatación que el organismo interpreta como una situación normal de trabajo fisiológico y, por eso,se debe adoptar, durante el mismo una postura normal que, en el ser humano es la posición bípeda. </div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La parturiente debe permanecer, durante la dilatación, el mayor tiempo posible en pie, paseando, cambiando de lugar. En el acmé de la contracción, para favorecer su eficacia y evitar toda resistencia, debe sentarse cómodamente, con el torso inclinado hacia delante, los brazos caídos, las manos laxas y con los dedos extendidos y separados</div>
<div class="p6">
<span class="s4">ΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠ</span>de obstetricia alemán Bumm, a principios del siglo anterior daba a sus discipulos: Derrochar en el parto paciencia, paciencia y paciencia.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Es la mujer, la principal protagonista, la persona más interesada en que todo salga bien, quien debe emplear, en el parto, la mayor cantidad de paciencia. Tengo la experiencia de que con contracciones breves, suaves y espaciadas, soportadas con paciencia, el parto no sólo es posible, sino que hasta parece más corto.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El período de expulsión no comienza cuando la dilatación está completa, ni tampoco cuando se rompe el saco amniótico sino cuando la presentación está llegando al 4º plano y el canal blando se ha formado.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El mecanismo de la expulsión fetal, no es que sea semejante a la defecación, es que es exactamente igual. En ambos casos la musculatura uterina o rectal, ha logrado abrir el orificio cervical o el esfínter del ano y los músculos abdominales, presionando de afuera hacia adentro, estrujan, empujan el contenido y le obligan a salir.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>La defecación no presenta ningún problema, las heces no tienen huesos y su resistencia es infinitamente menor que la del feto que, además de un cráneo duro y voluminoso, posee un esqueleto óseo. A su paso por el canal óseo del parto, el cráneo fetal reduce su tamaño, juntando o acabalgando los huesos del mismo que no están unidos y que vuelve a recuperar su tamaño, poco a poco, conforme la expulsión progresa. <span class="Apple-tab-span"> </span></div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span> El feto a término colabora en su nacimiento, debe adoptar una postura </div>
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<span class="s4">ΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠΠ</span><span class="Apple-tab-span"> </span>A veces, aún antes de que el parto empiece, el bebé se coloca ya, como si fuera a salir. Cruza los bracitos sobre el pecho, dobla y encoge sobre su abdomen las piernecitas y flexiona fuertemente la cabeza, apoyando la barbilla en el pecho y presenta a su salida el occipucio y con él, el diámetro menor del cráneo, el bioccipital, cuya longitud es, aproximadamente de 7cm.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>Cuanto más sosegado, más suave, más tranquilo haya sido el parto, hasta el nacimiento del bebé, más rápido, indoloro y seguro será su final.</div>
<div class="p1">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El alunbramiento y la formación del <i>Globo de Pinard</i> que asegura la buena retracción uterina, cierra la luz de los numerosos vasos retroplacentarios rotos, impide la hemorragia y cicatriza la herida que queda en la parte de la mucosa uterina donde estuvo inserta la placenta, así como la producción y expulsión normales de <i>loquios</i>, serán normales, indoloros y sin peligro alguno y no puedo por menos de recordar que el éxito del parto depende, principalmente de la mujer, que es ella la que tiene que ejecutarlo, que es su propio organismo el que suele poner obstáculos que obligan a intervenir y que toda intervención en</div>
<div class="p1">
una función fisiológica normal es, en el mejor de los casos, innecesaria.</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span>El bebé debe salir solo, exactamente igual que sale el sol, cae la lluvia y se producen las mareas, porque el embarazo y el parto son cosas completamente naturales.</div>
<div class="p3">
<span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span> Madrid, Enero, 2004</div>
<div class="p4">
<span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span><span class="Apple-tab-span"> </span>Consuelo Ruiz Vélez-Frías.</div>
Consuelo Ruiz Vélez-Frías, Comadronahttp://www.blogger.com/profile/04662604907394225252noreply@blogger.com0